La coordinadora Educar en Familia (EeF) ha pedido a la Conselleria de Enseñanza de la Generalitat que avance el examen de graduado escolar de forma que los niños que son educados en casa puedan obtener el título de ESO a los 16 años, en lugar de tener que esperar a los 18 años --edad mínima para acceder a la prueba de obtención del graduado de ESO--.
En declaraciones a Europa Press, la presidenta de la Coordinadora EeF, Silvia Ocaña, ha lamentado que este examen --el único que da acceso al Bachillerato si no se ha cursado la Secundaria-- sólo pueda realizarse a partir de los 18 años, algo que ven como una "penalización".
Esto implica que los niños que se educan en casa pierden dos años antes de poder acceder al Bachillerato, a la Formación Profesional (FP) y posteriormente a la universidad, y las familias piden una alternativa.
Incluso, la coordinadora ha asegurado que la prueba podría avanzarse aún más, hasta los 14 años, cuando muchos de los estudiantes ya están preparados para acceder al Bachillerato, ha defendido.
"Pedimos que los chicos de unos 13 o 14 años puedan apuntarse a esta prueba para hacerla antes y así acceder más deprisa al título", ha explicado Ocaña, ya que actualmente los estudiantes compensan estos dos años de 'décalage' para aprender algún idioma o realizar estancias en el extranjero.
Esta opción educativa, legal en Catalunya y avalada de forma excepcional por la Ley de Educación de Catalunya (LEC) en el artículo 55 --de educación no presencial--, escolariza a los alumnos en sus hogares bajo la tutela de sus padres, y puede o no seguir el currículum escolar y sus horarios, pero es sobre todo un sistema libre de enseñanza.
Los padres, quienes disponen de formación académica variada, son los profesores y, según Ocaña, se asesoran entre ellos cuando tienen dificultades en explicar algún contenido.
CENSAR A LAS FAMILIAS
El calendario de despliegue de la LEC prevé la aprobación en tres años de un registro de las familias que optan por este modelo, así como de una carta de compromiso de las familias, algo que desde la coordinadora piden para "normalizar la situación y, sobre todo, para que no se vea como absentismo escolar".
Actualmente, unas 500 familias educan a sus hijos en casa en Catalunya --unos 1.500 alumnos, un volumen que para el global de España es de 2.000 familias --5.000 alumnos--.
Desde el cambio de Govern, la coordinadora ha mantenido un encuentro con el asesor de la Conselleria Antoni Arasanz, y está previsto otro encuentro en noviembre para seguir trabajando en estas líneas.
Este sábado, la coordinadora celebra su jornada anual Jille 2011 en el Parc de la Ciutadella de Barcelona, donde da a conocer esta opción educativa en medio de un ambiente festivo.
El inicio del curso escolar es, para estos alumnos, distinto: las familias deciden cuándo empezar, algunas ralentizan el ritmo en vacaciones sin dejar de enseñar, pero en todos los casos se adapta el ritmo educativo de los chicos al ritmo de la sociedad, así que tarde o temprano, los 1.500 'homeschoolers' de Catalunya empezarán sus clases.