La familia de una joven de 35 años que murió en el quirófano durante una operación menor ha denunciado al Hospital del Henares por una presunta negligencia médica. La autopsia determinó que la paciente se desangró al sufrir una rotura de la vena cava, según fuentes jurídicas. La familia de Nuria ha pedido una segunda autopsia que la jueza ha negado y mientras la familia no puede enterrarla.
La víctima falleció el pasado 28 de mayo durante una operación en la que se le iba a implantar un catéter uretral denominado 'doble J' para facilitar el flujo de la orina debido a una malformación congénita en un riñón.
La familia fue informada de lo sucedido el 31 de mayo, día en el que decidieron presentar una denuncia ante los juzgados de Coslada por presunta negligencia médica.
Sin embargo, la juez de instrucción número 4 de Coslada archivó el caso al sostener que se trató de una muerte natural, lo que ya ha sido recurrido por el abogado de la familia en reforma y subsidiario de apelación, según ha informado el letrado a Europa Press.
Los padres y la hermana de la joven quieren que se autorice una segunda autopsia judicial para que se aclaren las circunstancias de la muerte y así poder ser enterrada. La juez ha denegado la petición.
Denuncian que a la joven no se le realizó la autopsia clínica el mismo día del fallecimiento algo habitual en estos casos y que tardó una semana. El informe previo apunta a que se desangró por la vena cava.
"A raíz de la primera denuncia se tenía que haber mandado al juez o al forense al hospital para que dictaminara si tenía que haber un levantamiento de cadáver. Pero no se hace nada", se ha quejado el letrado, quien reclama a la Justicia que se haga alguna actividad probatoria para conocer por qué no salió de la operación.
La Asociación del Defensor del Paciente ha solicitado ya a la Fiscalía Provincial de Madrid que investigue el caso ante la gravedad de los hechos denunciados.
La hermana de la víctima, Susana López, ha relatado en una entrevista recogida por Europa Press, que Nuria no quería operarse pero lo hizo al suponer una mejora de su calidad de vida.
La operación consistía en implantar a la mujer un catéter uretral denominado 'doble J' para facilitar el flujo de la orina y mejorar su funcionamiento.
"Le rompieron la vena cava que no tiene nada que ver con la uretra", ha afirmado su hermana, quien se ha quejado de que el hospital no haya dado explicaciones sobre lo que ocurrió dentro del quirófano.
"Sigue en la nevera del hospital y no la podemos velar porque no hay una autorización de una segunda autopsia porque la cadena de custodia se puede romper", ha lamentado.