La Casa de Medina Sidonia recupera la memoria del mundo cuando Facebook era un pergamino

  • La viuda de la Duquesa Roja comienza a digitalizar más de 375.000 documentos del archivo de Sanlúcar de Barrameda

  • Entre los archivos, el relato de la batalla de Trafalgar según un vecino de Barbate (Cádiz) que estaba allí

Cuando dentro de mil años un investigador se pregunte por nuestra vida cotidiana, nuestros problemas económicos, judiciales, nuestra alimentación, y hasta nuestros amores, sin duda una de su fuentes será lo que haya sobrevivido de la era de Facebook. Todo lo encontrará digitalizado. Pero cuando hablamos de los siglos que nos precedieron, hay que hablar de pergaminos. Uno de los mejores archivos de nuestro país empieza hoy a digitalizarse. Hablamos del archivo de la Casa de Medina Sidonia, el de la Duquesa Roja.

“Todo se anotaba, incluso chismes, también se anotaban, o maledicencias, o cuando se quería hacer daño a alguien también deja huella. Está descrita la batalla de Trafalgar (1805), de un vecino que estaba allí, en Barbate, y vio la batalla y lo cuenta al duque. Es la vida, es el Facebook de la época”. Lo cuenta Liliane Dahlmann, viuda de la duquesa, mientras atiende a las autoridades que han venido a certificar el inicio de la digitalización del mayor archivo privado de España.

“Durará 12 meses. Vamos a digitalizar 500 legajos. En ellos hay dibujos, hay escritos, hay mapas, muchísimos documentos que van a ser digitalizados con todas las garantías”, apuntan desde la Consejería de Cultura.

Nada de sillas funcionales y focos de leds. La rueda de prensa en la que se pronuncian esas palabras tiene lugar en uno de los infinitos salones atestados de cuadros, muebles y antigüedades, del Palacio Ducal de Medina Sidonia, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).

“La parte técnica, hacer la fotografía, no es lo más importante. Describir el documento es la parte más laboriosa”, dice Mateo Páez, el responsable técnico del proyecto. “Leer el documento, ver qué contiene, describirlo según la normativa internacional, esa es la parte oculta, la que no se ve, pero es mucho más importante porque si no esas fotos no sirven para nada”.

Y es precisamente esa parte la que ha comenzado. Los investigadores se afanan en sus mesas sobre las que reposan pergaminos, que sólo pueden tocarse con guantes. Son ni más ni menos que 375.000 documentos, los que se quieren poner al alcance de un simple clic de ordenador. Sólo una pequeña parte de lo que hay en el archivo, seis millones de pergaminos, son mil años de nuestra historia.

“Ahora mismo hay 6.318 legajos que nos hablan de la vida cotidiana, pero también de la gran política, de Carlos V, de Felipe II, de los Reyes Católicos, de los virreinatos de Nápoles y Sicilia, de la pesca del atún”, dice Liliane mientras recorre las ocho salas en las que se acumula, bien conservada, esa memoria de los que nos precedieron.

“Es uno de los principales tesoros que tenemos en Sanlúcar”, afirma su alcalde. “Algo tiene que quedar de este quinto centenario de la primera vuelta al mundo, y este es uno de los proyectos. Cumplimos con lo que quiso la duquesa, que el conocimiento que había aquí se trasladase al mundo”.

Porque el mundo, además de definitivamente redondo, es mucha veces el mismo cuando hablamos de los seres humanos. El poder, la política, los negocios, la vida cotidiana, todo eso está en este fabuloso archivo. Todo eso estará, gracias a su digitalización, al alcance de todos nosotros, al alcance de quienes se pregunten sobre nosotros dentro de otros mil años