Cuesta orientarse entre la decadencia. En Paramos la vida se reconstruye en la imaginación. Decenas de viviendas perdidas en un inmenso solar en el que todo se amontona y todo parece olvidado. Ahora muchos de los afectados viven bajo el techo solidario de la dueña de un hotel que, de manera gratuita, les ofrece alojamiento y comida. El Ayuntamiento ayudará con un millón de euros a las víctimas que, pese al impacto, logran que la fuerza resista.