Llorente ha señalado que la erupción del Grimsvötn es similar a la del Eyjafjallajökull, ocurrida hace un año, pero tiene un menor índice de explosividad volcánica (VEI, en sus siglas en inglés) y su ceniza volcánica es más densa (por una diferente composición), por lo que "es muy posible que la ceniza y el humo alcance menores distancias" en comparación con el Eyjafjallajökull. Al respecto, ha explicado que "una acumulación moderada de ceniza puede ocasionar el colapso de éstas debido a su peso (principalmente colapso de techumbres y tejados), mientras que para el transporte plantea problemas de visibilidad y, en el caso de las aeronaves durante el vuelo o durante operaciones en tierra, puede ocasionar daños a los motores.
Llorente también ha señalado que uno de los problema más frecuentes derivados de la actividad volcánica son los llamados "jökulhaups", que son "violentas y repentinas inundaciones ocasionadas por la fusión de los glaciares que se asientan sobre el volcán".
En este sentido, Sebastián reconoció que la actuación de algunos países europeos durante la erupción del Eyjafjallajökull fue "probablemente bastante desmedida", al cerrar prácticamente el espacio europeo durante una semana completa.
De este modo, ha explicado que aunque las cenizas de este volcán llegaran a España "no serían significativas" para suponer algún problema en los ciudadanos o en las infraestructuras. Eso sí, ha indicado que "es posible que, de agravarse la situación actual en el volcán, los efectos indirectos afectaran al tráfico aéreo y la gestión aeroportuaria internacional con efectos similares a los registrados el año pasado.
Por su parte, Turiel también ha apuntado que si las cenizas llegaran al país no habría "ningún tipo" de peligro en ningún aspecto, puesto que la "columna de humo y ceniza del Grimsvötn es muy vertical" y "los restos más dañinos repercutirán en la propia Islandia". Así, ha apuntado que sí podría verse afectada la agricultura y ganadería de la zona debido a la contaminación de las tierras con la ceniza del volcán.
En cuanto a la duración de esta situación, ambos aseguran que es "muy pronto" para poder alcanzar alguna conclusión, aunque los antecedentes en estos casos determinan que la expulsión de humo y cenizas durará alrededor de unas semanas.
Sebastián llama a la calma
El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, en rueda de prensa, comentó que la erupción de un volcán "nunca es una buena noticia", aunque "parece que la gravedad es menor a la del año pasado", recalcó el responsable, quien no obstante, está atento al devenir de los acontecimientos.
No obstante, Sebastián recordó que España "ha aprendido de los errores que se cometieron por parte de algunos países europeos", por lo cual está mejor preparada que el año pasado.
Una actividad "normal"
Del mismo modo, el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) ha señalado que la erupción del Grímsvötn entra dentro de la actividad "normal" del país, uno de los más activos de Europa, junto con el Etna en Italia que también entró en erupción la semana pasada. El vicepresidente del ICOG, José Luis Barrera, ha destacado, en este sentido, que los volcanes de Islandia "llevan activos desde hace más de 10 millones de años".
Con respecto al posible caos aéreo que pudiera provocar, Barrera ha admitido que "en principio sólo está cerrado el espacio aéreo de Islandia" y ha destacado que desde la erupción el año pasado del volcán Eyjafjallajökull "se ha avanzado mucho en protocolos de actuación ante posibles nubes volcánicas", explica Barrera.IM