El debate ético sobre adelantar la vacuna a los jóvenes: "No es justo, pero no hacerlo podría afectar a terceros"
"Es más razonable vacunar a las personas que tienen más riesgo de enfermar", dicen algunos expertos
"En España debemos intentar llegar a una inmunidad de grupo, inmunizando a los más jóvenes", aseguran otros
Es un hecho incontestable, la covid se está cebando con los jóvenes. Terminó el curso y estudiantes de toda España salieron a celebrarlo. Los viajes de fin de curso, sobre todo a Mallorca, dieron lugar al macrobrote más grande de toda Europa. La incidencia acumulada (IA) se ha disparado a nivel general hasta superar los 275 casos por cada 100.000 habitantes y de forma muy acusada entre los de 20 a 29 años que sube unos 97 puntos hasta superar los 910 casos y entre los de 12 a 19 la incidencia acumulada tiene un crecimiento de 68 puntos con alrededor de 795 casos.
Ellos son los más desprotegidos porque no han tenido acceso a la vacuna. De momento, siete comunidades -Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad de Madrid, País Vasco y Navarra- han empezado a pinchar, o han puesto fecha para hacerlo, a los jóvenes con edades comprendidas entre los 16 años y los 29. Las demás siguen centradas en vacunar al grupo de 30 a 39 años.
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Si bien los jóvenes no suelen padecer síntomatología grave, el contagio masivo podría afectar a colectivos más vulnerables, tal y como ha advertido el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón: "La evolución de la gravedad del virus no es rápida, pero hay mucha transmisión en los no vacunados, y eso podría repercutir en los vacunados no inmunizados, que son pocos pero los hay. Nuestra única arma es la vacunación”.
La cuestión es si se debería adelantar la vacunación a este grupo de edad, teniendo en cuenta que es donde más está atacando ahora mismo el virus. ¿Es ético primar la inmunización de los más jóvenes por encima de otros grupos etarios?
"La decisión de alterar la priorización de las vacunas y optar por los más jóvenes, desde el punto de salud pública, podría tener sentido; pero desde el punto de vista ético, presenta dos objeciones. Primero, porque no sería justo ya que no se daría a cada uno lo que se merece, porque si no eres responsable, no puedes premiar con la vacuna. Y segundo, porque no conseguiríamos con la vacunación lo que se pretende, que es que los jóvenes actúen de manera más responsable", señala Federico de Montalvo, presidente del Comité de Bioética de España. "La duda es que si no se les vacuna, podría afectar a la salud de terceros al colapsar la atención primaria o incluso los hospitales, si hubiese otra variante", explica.
De Montalvo insiste aun así que no se puede establecer una frontera generacional en la que los mayores son maravillosos y los jóvenes unos irresponsables."Yo no creo que todos los jóvenes sean irresponsables pero sí hay mayor irresponsabilidad en los grupos de jóvenes que en los mayores no se observa tanto".
"Hay que exigir responsabilidad a los más jóvenes"
José María Domínguez, presidente de la Comisión Ética y Deontología del Colegio de Médicos de Sevilla, asegura que para tomar una decisión desde el punto de vista ético hay que diferenciar entre lo individual y lo colectivo y ver cuál es el mejor resultado para un beneficio global, además de poner en la balanza tres cosas claves: la vacunación, la restricción de la movilidad y el uso de la mascarilla. "Es más razonable vacunar a las personas que tienen más riesgo de enfermar. Y entre uno de 30 años y uno de 16, con las cepas que tenemos ahora, tiene más riesgo el de 30. Los que puedan contribuir de otra forma deberían hacerlo. Por eso hay que exigir a los jóvenes responsabilidad y que limiten sus movimientos", señala.
Y añade: "Tenemos que pedir responsabilidad social. De momento, está primando el 'qué hay de lo nuestro' por encima del 'qué hay de lo mío', pero esto no ocurre en todos los grupos etarios, ya que los más jóvenes están anteponiendo el 'qué hay de lo mío".
Cambiar el criterio de vacunación: riesgo de contagio
Desde el punto de vista epidemiológico, la situación cambia. Los expertos creen que hay que vacunar a los más jóvenes porque trasmiten más la enfermedad. De esta manera, se conseguirá antes la inmunidad de grupo y se frenarán los contagios. Jesús Cabrillana, portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene, defiende que cuando se terminó de vacunar a los mayores de 60 habría que haber eliminado los grupos de edad y haber cambiado de criterio.
"El riesgo de hospitalización grave y de muerte entre los menores de 60 y los menores de 30 es muy parecido por lo que habría que haber establecido otra forma de proceder a la hora de establecer los grupos de vacunación", subraya Cabrillana. "Se sabía que llegaba el final de curso y se sabía cómo actúan los jóvenes. El estado de alarma había decaído y se tenía que haber primado la vacunación a las personas que iban a tener más riesgo no de morir o de hospitalización, sino riesgo por las conductas que podían generar más contagios".
Conseguir la inmunidad de grupo
Manuel Franco, epidemiólogo y portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública (Sespas) considera que hay un dilema, en parte epidemiologico, en parte de salud global. "Sí debemos vacunar a los jóvenes y también a los mayores de todos los países que no tienen vacuna, esto es una cuestión clave. Pero, además, necesitamos llegar a la inmunidad de grupo y no se va a conseguir si no empezamos a vacunar a los menores de 40 o 30 años. Creo que en España estamos en una situación en la debemos intentar llegar a una inmunidad de grupo, inmunizando a los más jóvenes. Si los vacunamos, pararemos los contagios. Esta población es, hasta cierto punto, más virgen y se está juntando sin parar y en lugares cerrados", explica el experto.
El epidemiólogo y ex directivo de la OMS, Daniel López Acuña, sostiene que la solución no se va a dar vacunando o acelerando la vacunación al grupo de jóvenes de 15 a 30 años. "Tendrá que pasar un mes o mes y medio para que tengan la pauta completa y desarrollar la inmunidad", asegura. "La prioridad ahora para frenar los contagios es vacunar con la segunda dosis al grupo de 60 a 69 y de 40 a 49, que aún no la han recibido".
Por su parte Joan Carles March, miembro de la Sociedad Española de Salud Pública, no cree haya que primar por delante de ningún grupo, pero plantea la necesidad de que se deje de vacunar por edad y que se pase a vacunar en general desde los 16 hasta los treinta y tantos. "Es verdad que son los jóvenes los que salen y que es necesario que tengan mayor responsabilidad individual pero también es cierto que es necesario abordar en esta población la situación actual y una de las medidas puede ser la de la vacunación. Admás, es necesario plantear medidas ante el ocio juvenil y nocturno, ante los botellones pero también en la vacunación".