David Vargas era un asesor espiritual con mucho gusto por lo material. En todos los sentidos. Los Mossos lo ha definido a la perfección: excura (fue párroco de la barcelonesa población de Sant Vicenç de Castellet (Barcelona) hasta que aparecieron unas insinuantes fotos eróticas con un joven desnudo en 2013). Pero ese solo era uno de los perfiles escondidos de Vargas.
La historia la desveló La Sexta en primer lugar y es de cine. Vargas era un estafador compulsivo. Y se había cebado con las ancianas de su parroquia de las que era, mientras fue cura, su consejero espiritual. Pero no solo pensaba en el más allá. En su casa encontraron nada menos que tres millones y medio de euros en efectivo. Y solo era una parte. Los Mosos no podían creer los tesoros que guardaba: joyas, libros, lingotes de oro y cientos de objetos artísticos.
El joven se ganaba la confianza de las abuelas con su sotana. Y las asustaba con multas de Hacienda o les ofrecía protección. A cambio las ancianas le donaban pisos, joyas y dinero. Incluso ante notario
Hasta que una de ellas, de 91 años, lo denunció tras entregarle 150.000 euros. Entonces trató de poner a salvo el dinero entregándoselo a un cura, pero el hombre lo llevó a la policía. Al verse sin su dinero Vargas se tiró de un puente hace unos días. Pero sobrevivió y el juez lo ha mandado a prisión. La cifra de afectadas podría aumentar de forma exponencial.