Las pruebas selectivas se realizarán simultáneamente, a partir de las 16.00 horas, (15.00 horas en Canarias), en 21 localidades distribuidas en todas las comunidades autónomas. Para ello se han constituido 570 mesas de examen localizadas en 43 centros.
El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y las comunidades autónomas, en el Pleno de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud, aprobaba el pasado mes de septiembre un aumento de 284 plazas MIR para esta convocatoria, lo que supone un incremento del 4,4 por ciento respecto al periodo 2017-2018. Para el examen de este sábado, están admitidos 15.477 aspirantes, de los cuales el 63 % son mujeres y el 37 % hombres.
El número de preguntas del examen para todas las titulaciones es de 225 más 10 de reserva y la duración de la prueba será de 5 horas. En el examen de médicos, el 15% de las preguntas van ligadas a una imagen; y se mantiene el formato de las preguntas con 4 opciones de respuesta y el mismo sistema multimarca del pasado examen.
Según un estudio de investigadores de la Universidad de Granada, la mayoría de los estudiantes de Medicina que se enfrentan en España al examen MIR, la prueba de evaluación necesaria para acceder a la formación de especialistas médicos, sufre estrés crónico y ansiedad, sobre todo en los días que se enfrentan a un simulacro del que será el examen real.
Los investigadores comprobaron que los estudiantes de MIR presentaron niveles más altos de ansiedad que la población española de referencia, así como un incremento muy significativo de cortisol.
Además, los participantes mostraron un aumento del estrés autopercibido, habiendo diferencias por sexos: las chicas no se veían a sí mismas como estresadas, pero las pruebas sugerían que sí lo estaban. Por el contrario, los chicos se reconocían más estresados que ellas, si bien los resultados indicarían que los parámetros psicológicos eran los mismos que el de sus compañeras.
Un total de 4.006 graduados de las 42 facultades de Medicina españolas no pudieron obtener plaza de formación especializada en el MIR de 2018 debido al exceso de graduados y la escasez de plazas, según un estudio realizado por el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) y la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina Españolas (CNDFME).
Según estos organismos, esta situación, entre otros aspectos, se debe a que España se ha convertido en el segundo país del mundo en número de facultades de Medicina, ya que en los últimos años se ha pasado de 28 a 42. Unas 7.000 personas se gradúan cada año, y en 2018 4.006 no pudieron obtener plaza MIR, lo que les impidió especializarse y ejercer su profesión. A esto, según denuncian, se suma el déficit de profesorado, que "se ha reducido un 20 por ciento en los últimos años".
En su estudio, han plasmado los efectos de carácter educativo, asistencial, económico, social y laboral que afectan directamente al Sistema Nacional de Salud (SNS) como consecuencia de la apertura de nuevas Facultades de Medicina. En el documento se llega a una serie de conclusiones: no hacen falta más estudiantes, puesto que "no pueden completar su formación al no poder acceder a la Formación Sanitaria Especializada"; si continúa la "apertura indiscriminada" de Facultades, se producirá "una saturación" en hospitales y centros de salud para atender todas las prácticas de los estudiantes.
Por ello, instan a una adecuación entre el número de egresados de las facultades de Medicina y el de plazas MIR, teniendo en cuenta las necesidades del sistema sanitario. Asimismo, consideran que habría que evitar la fuga de talento ofertando plazas MIR suficientes y puestos de trabajo con buena estabilidad en el sistema sanitario, ayudando a cubrir mediante incentivos, y no solo económicos, las plazas de difícil cobertura.
Durante la presentación de este informe, el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Serafín Romero, ha expresado su "preocupación y alarma" por este contexto, y su "casi indignación porque no se toman medidas". "Está repercutiendo en la calidad de la enseñanza y generando grandes dificultades. Nuestro sistema sanitario ha mantenido hasta ahora la calidad, pero ha llegado la hora de sacar las costuras de la asistencia", ha incidido.
Los presidentes de CEEM y CNDFME, Laura Martínez y Pablo Lara, respectivamente, han reivindicado que las universidades y autoridades políticas, en especial las consejerías autonómicas y responsables estatales de Sanidad y Educación, actúen con "responsabilidad" para "evitar el despilfarro económico" que supone abrir más facultades.
En esta línea, recuerdan que la tasa idónea de número de facultades de Medicina por millón de habitantes es de 0,5 según los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS). España ocupa el segundo lugar del mundo en número de facultades de Medicina, con 0,95 por millón de habitantes, tan solo superado por Corea del Sur. De hecho, de las 52 provincias españolas, solo 19 no tienen Facultad de Medicina.
De acuerdo con estos datos, el número de estudiantes debería rondar el 1 por cada 10.000 habitantes. "Nuestro país debería tener aproximadamente 4.650 estudiantes anuales de Medicina de nuevo ingreso, cuando para el curso 2018-2019 han sido admitidos 7.042", ha detallado Lara.
Su informe estima, a partir de presupuestos ejecutados y utilizando metodología de economía analítica, que impartir un Grado de Medicina en una facultad española promedio con 173 alumnos supone un gasto de unos 6 millones de euros (unos 6.000 euros anuales por estudiante), entre personal docente e investigador, personal de administración y servicios como biblioteca y mantenimiento.
Para la convocatoria a las pruebas de acceso para la obtención de una plaza de formación médica especializada que se celebra este sábado, 2 de febrero, en toda España, el número de inscritos en Medicina ha vuelto a aumentar hasta los 15.475, de forma que recuerdan que cada año "se incrementa la cantidad de personas formadas en las facultades de Medicina de España que no van a completar su formación y, con ello, no van a poder ejercer la Medicina en el Sistema Nacional de Salud, viéndose obligadas a emigrar".
La falta de personal docente es otro de los problemas que para estas organización está asociado a la situación actual. Durante los últimos años, calculan que se ha producido una disminución en más de un 20 por ciento en el caso de los profesores permanentes (catedráticos, profesores titulares y profesores contratado doctor), sobre los que
pivota la docencia.
Hasta 2026, prevén que el profesorado se reduzca a la mitad: habrá un 43 por ciento de profesorado permanente menos, correspondiendo el mayor porcentaje al profesorado vinculado de áreas clínicas (55%), un 34 por ciento al profesorado no vinculado de áreas clínicas y un 32 por ciento al profesorado de áreas básicas.
Los responsables de CEEM y de la CNDFME instan a que se consideren, entre otras propuestas, la eliminación completa de la tasa de reposición y la convocatoria de plazas en función de las necesidades reales de cada universidad dependiendo de su situación presupuestaria, así como la modificación de los criterios de acreditación para profesores permanentes, para "darle el valor adecuado a la labor docente, asistencial y de gestión", y el diseño de una estrategia que "haga atractiva" la docencia universitaria a los jóvenes facultativos de los hospitales y los centros de salud.