Eugenio D.H., autor confeso de la muerte de Manuela Chavero, era el principal sospechoso de la familia de la víctima. Sus amigos de la infancia lo describían como un hombre "alérgico a las mujeres pero a la vez "obsesionado con ellas", y esta obsesión se centraba desde hace años en esta vecina del pueblo de Monesterio.
Días antes de la detención, Emilia Chavero, hermana de Manuela, entregó a los investigadores una carta anónima en la que se apuntaba al ahora detenido como sospechoso de la desaparición de la mujer.
Otra de las pistas sobre el hombre de 28 años la aportó uno de los vecinos del pueblo de Badajoz. Como recoge el medio local Hoy, se dio cuenta de que el sospechoso había cambiado la tapicería de su coche tan solo unos días después de la extraña desaparición de Manoli, como la llamaban sus amigos.
Las fuentes consultadas aseguran que los agentes dieron credibilidad a este escrito, lo que, unido a las pesquisas que llevaban realizando hace tiempo, motivaron la detención.
Durante la reconstrucción de los hechos en la casa del autor confeso de su muerte, en Monesterio, que ha durado más de seis horas, el detenido ha conducido a los agentes hacia la fosa donde enterró a Manuela. La cavó él mismo con su tractor y después la enterró envuelta en una sábana. En ese lugar las autoridades han encontrado unos restos óseos, a la espera de la confirmación de su identidad.
El detenido, de 28 años, llegó a las 00:30 horas de a su domicilio, una vivienda unifamiliar situada en el número 29 de la calle Cerezo de Monesterio, muy próxima a la de Chavero, custodiado por los agentes de la Guardia Civil.
El joven, que vestía pantalón corto y camiseta y que llevaba la cabeza descubierta, fue recibido con gritos de "asesino" por algunos de los curiosos que estaban detrás del cordón policial.
Su salida de la vivienda se ha producido a las 6:50 horas, según las imágenes que han captado las cámaras de Canal Extremadura Televisión.
Manuela Chavero desapareció de su casa el 5 de julio de 2016. No se llevó llaves, ni documentación, ni el teléfono móvil, y la televisión y la luz de la casa estaban encendidas. Tenía dos hijos, quienes en el momento de su desaparición se encontraban con su expareja.
Eugenio pasará este domingo a disposición judicial, han informado fuentes de la investigación. El joven, vecino de la misma localidad, fue detenido a última hora de la tarde del jueves, por lo que la Guardia Civil apurará las 72 horas máximas establecidas por ley para realizar pesquisas de cara al esclarecimiento de los hechos.
La investigación ha sido llevada a cabo por la Sección de Homicidios, Secuestros y Extorsiones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil junto a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Badajoz y está dirigida por el Juzgado de Instrucción número 1 de Zafra (Badajoz)