Una estudiante sintecho se saca el título universitario pese a tener que dormir en la escuela

  • Sarah Brundson no disponía de un hogar debido a una ruptura familiar

  • Dormía en las casas de sus amigos y a menudo en la escuela

  • "Fue la universidad la que me sacó de la indigencia", ha reconocido

Sarah Brundson, de 29 años, se ha convertido en toda un ejemplo al lograr sacarse un título en la Universidad de Liverpool a pesar de no vivir en un hogar y no disponer de un entorno estable debido a una ruptura familiar. La joven a menudo tenía que dormir en la escuela para descansar mientras continuaba con sus estudios.

"Perdí mi casa después de una ruptura familiar cuando tenía 15 años. Me las arreglaba en el sofá que me dejaban mis amigos, así que volé un poco por debajo del radar", le dijo Sarah al 'Liverpool Echo'.

Su escuela notó que la situación de Sarah distaba mucho de ser estable y le ofreció su ayuda, colocándola en el Powerhouse Liverpool durante poco más de 12 meses. Este organismo, según su sitio web, ofrece un "alojamiento temporal y con apoyo para jóvenes de entre 16 y 21 años".

Sarah trabaja con Powerhouse desde que se graduó. "Tuvimos muchas reuniones allí, fue extraño, pero también fue una sensación de empoderamiento regresar allí como profesional para apoyar a las personas que vivían allí", ha señalado.

Sarah obtuvo una matrícula, cinco sobresalientes y cuatro notables en la Educación Secundaria, aunque la decepcionó no obtener un sobresaliente en inglés debido a sus condiciones de vida: "Dormí mal la noche antes de mi examen de idioma inglés, así que estaba absolutamente agotada y olvidé darle la vuelta al papel. Era un papel de dos caras y al final del examen uno de mis amigos se me acercó y me dijo '¿por qué no volteaste la página y hiciste la última sección?' "Estaba horrorizada. ¿Qué última sección?'"

Sarah vivió en numerosos sitios hasta que afortunadamente pudo conseguir ayuda con un piso antes de mudarse a un alojamiento para estudiantes. "Fue la universidad la que me sacó de la indigencia", ha reconocido.

Sarah también está involucrada con una organización benéfica, LifeLines, donde las personas se vuelven amigas por correspondencia de personas condenadas a muerte en Estados Unidos. Ahora está recaudando fondos para poder completar una segunda licenciatura.