Estimulación temprana, la medicina del cerebro

Hasta los 6 años de edad y especialmente durante el primer año de vida nuestro cerebro es una esponja.

Se tienen unas capacidades de aprendizaje que no volvemos a tener a lo largo de toda nuestra vida, por eso es tan importante empezar a trabajar con los niños desde que nacen. No es necesario que exista un diagnóstico, lo importante es comenzar cuanto antes para aprovechar esa plasticidad del cerebro. A través de juegos y actividades con los fisioterapeutas el bebé aprende y evoluciona. En ocasiones se consiguen resultados increíbles porque el pequeño logra hacer cosas que para quienes sufren una determinada enfermedad son casi un milagro.

Muchos padres no saben qué hacer cuando tienen un hijo con un problema, la estimulación temprana es una herramienta que aporta muchos beneficios. Dan fe de ello los padres de Ximena, una niña que sufre el síndrome de Jacobsen, una enfermedad tan rara que sólo se han detectado doce casos en España. Ellos fundaron, 11Q, la asociación española de la enfermedad con el objetivo de que su hija y otras personas tengan una vida mejor.

Otro ejemplo de superación es el de Pablo, un niño de 4 años que tiene displasia cerebral, o el de Nicolás un pequeño que nació con el síndrome de Sturge- Weber. Los 3 y sus familias han conseguido plantar cara a la enfermedad con una sonrisa. El trabajo con los especialistas del centro Momo de Madrid les ha cambiado la vida.