La vacunación contra el covida todo ritmo en España después de que se paralizase el pasado 15 de marzo "por prudencia" durante quince días a la espera de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) dijera si existía relación causal entre la vacuna y los episodios trombóticos en algunos pacientes. Sanidad ha ampliado su administración a personas de hasta 65 años. Madrid, Cataluña, Andalucía han convertido grandes recintos como la Fira de Barcelona y el Wanda Metropolitano en centros de vacunación masiva.
Las comunidades han reiniciado a vacunar con la fórmula desarrollada por la farmaceútica anglosueca y la universidad de Oxford tras el parón por la veintena de casos de personas que sufrieron trombos tras recibirla.
En Madrid, el estadio Wanda Metropolitano y el Hospital Isabel Zendal se han transformado en puntos de vacunación para 20.000 trabajadores considerados esenciales. Casi 20.000 docentes, policías locales, protección civil y bomberos recibirán la inyección este miércoles en el Hospital Enfermera Isabel Zendal y el estadio Wanda Metropolitano.
En este grupo 3 serán vacunados personal sanitario y sociosanitario, como el de servicios de inspección sanitaria, medicina legal y forense, consultas médicas privadas, servicios de ayuda a domicilio, centros de menores y centros de día o equivalentes, así como estudiantes sanitarios y sociosanitarios que realicen prácticas clínicas. También serán vacunados personal de odontología, higiene dental, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, personal de oficinas de farmacia, protésicos dentales, logopedas y personal de psicología clínica, así como trabajadores de instituciones penitenciarias (IIPP).
Cataluña por su parte, ya tiene reservado el Camp Nou por si fuera necesario inocular a más gente, además de otros 500 puntos repartidos por toda la región.
En Huelva, en el Estadio Nuevo Colombino, esperan pinchar a 1.000 personas diarias pero sin necesidad de salir del coche. Sin tiempo que perder también, en San Sebastián. La plaza de toros ya se ha reiniciado la vacunación.
Y al igual que otros estadios del país, el de la Real Sociedad también servirá a la causa de lograr la tan ansiada inmunidad de rebaño.
En Canarias también se ha reiniciado la vacunación y están previstas que la reciban 144.000 personas que tienen entre 60 y 65 años, mientras que los grandes dependientes domiciliarios y a los mayores de 80 recibirán la segunda dosis .
Con muchas ganas, sin miedo y dispuestos a hacer "lo que sea" para que acabe "de una vez esta pesadilla", aunque llevando paracetamol "por si acaso", llegaban en la mañana del miércoles centenares de personas a los aledaños del Wanda Metropolitano y del Hospital Enfermera Isabel Zendal para recibir la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca.
Después de esperar una larga cola en la puerta del estadio, varios filtros de identificación y preguntas de seguridad, Belén se ha sentado "feliz" en una de las mesas dispuestas en el vestíbulo del Wanda Metropolitano para recibir la vacuna de AstraZeneca.
Belén tiene 39 años, es trabajadora social y aseguraba sentirse "muy contenta" de ser inoculada a pesar de los posibles efectos adversos de la vacuna de esta farmacéutica. "Miedo ninguno, y si los tengo pues paracetamol y vamos viendo", ha afirmado a Efe.
En la misma mesa que Belén, le ha tocado recibir su dosis de AstraZeneca a Olivia, una educadora de centro de día de 56 años y que forma parte del nuevo grupo de edad que recibirá esta dosis. Olivia relata a Efe que cuando se enteró de que finalmente recibiría AstraZeneca se sintió "alarmada", aunque ahora está "más tranquila", a pesar de los posibles efectos adversos. "Tienes que asumir riesgos, pero yo creo que es un bien general para todos", ha añadido.
La subdirectora de enfermería del Summa 112, Carmen Migueles, coordinaba la vacunación en el Wanda Metropolitano y ha contado a Efe que la mayoría de pacientes citados están acudiendo a vacunarse a pesar de las noticias publicadas sobre esta vacuna. "La gente luego es más sensata realmente de lo que nos pensamos", ha señalado.
La vacunación con AstraZeneca en el Hospital Isabel Zendal se desarrollaba con mucha más agilidad que en el estadio y tras el parón "sigue siendo una fiesta", ha dicho a Efe el director del Hospital, Fernando Prados. Yolanda de 47 años, trabaja en un centro ocupacional y en ningún momento dudó en ponerse la vacuna contra el Covid-19.
Al recibir el pinchazo de AstraZeneca, Yolanda ha sentido una especie de "hormigueo" por el brazo y mientras esperaba en los sillones habilitados ante una posible reacción a la vacuna ha asegurado a Efe tener una sensación "rara". "Es como que no tengo fuerza en el brazo", cuenta.
Yolanda hubiera preferido que en vez de recibir la vacuna de AstraZeneca hubiera sido la de Pfizer o Moderna "por todas las noticias que hemos visto en los medios de comunicación", pero es consciente de que "es necesario" ponerse la que sea. Junto a ella, María ha contado que tenía la cita para administrarse la vacuna justo el día después de su paralización, lo que le hizo sentir un poco de miedo.
No obstante, esta educadora social de 37 años se ha tomado un paracetamol antes de recibir la dosis y ha animado a todo el mundo a vacunarse. "Hay que intentar parar esto como sea (...), es la única opción", ha dicho.
La directora de enfermería del Hospital Isabel Zendal, Verónica Real, ha contado a Efe que la gente está acudiendo "muy contenta" a recibir su dosis, aunque explica que "han preguntado (dudas) más de lo que se esperaba".
"La ilusión de vacunarte cuanto antes es pensando en que vas a poder quitarte la mascarilla en algún momento al menos", señala. Real explica que no se están registrando reacciones adversas graves tras la inoculación. "Hemos tenido en algún caso el típico síncope por el miedo a los pinchazos, que es algo habitual y, en algún caso alguien se ha mareado un poquillo", señala. En el Zendal está previsto inyectar esta mañana de miércoles 2.500 dosis de AstraZeneca a personal sociosanitario y personal de Protección Civil y a lo largo del día a unas 4.000 personas en total.