La situación de la veintena de españoles que están confinados en la zona cero de la epidemia del coronavirus chino sigue siendo muy angustiosa. Españoles que solo salen a las desérticas calles de Wuhan para comprar provisiones, lo hacen pertrechados con sus mascarillas e intentando no ponerse en riesgo. Así pasan los días esperando la ansiada repatriación que los traiga a casa.
Los días se repiten en la ciudad de Wuhan. Los alimentos comienzan a escasear y las carreteras continúan vacías. Por la noche, gritos de ánimo desde las ventanas. La paciencia de los compañeros españoles que están en la zona cero empieza a flaquear porque la esperada repatriación no llega. De momento, Exteriores tan solo les ha pedido los datos.