"A mi me llama mi yerno, me llamó el 14 de setiembre, a las cinco y cincuenta y cuatro minutos". Con esa precisión recuerda Estrella la llamada del marido de su hija, también llamada Estrella, desde Kansas, Estados Unidos. Entre ambos puntos de la conversación un océano que pronto se convertirá en un abismo, el de asomarse a la muerte de su hija. "Me llama, y me dice: Estrella no está, Estrella se ha ido. Le dije, ¿cómo?, lo siento, respondió, Estrella ya no está con nosotros, Estrella se ha ido, lo siento. Y yo decía, ¿qué es lo que ha pasado y no me hablaba".
Lo que había pasado, es que Estrella hija, de 27 años, cinco viviendo en la base de Fort Riley, Kansas, con un marido al que había conocido en Rota, había muerto. Estrella madre, recuerda aún la conversación que mantuvo con ella el día anterior. Atravesaba una crisis matrimonial.
"Estuve toda la noche nuestra, que allí era por la tarde, hablando con ella", cuenta su madre. "Yo me quedé muy preocupada, la vi mal. Él se había ido a un curso y no llegaba hasta el dos de octubre. Todos los días le hablaba de separarse, y le dijo que no quería verla en la casa cuando llegara, que se volviera para España con sus cosas. Sabe Dios lo que se le pudo pasar a mi hija por la cabeza".
La madre cuenta cómo su hija paso años en Estados Unidos sin que su marido le permitiera tener una tarjeta de pago propia: "Hasta hace un par de meses no le dió una tarjeta para poder sacar dinero y comprar para comer".
Una situación difícll , en un país que no era el suyo, una situación, que el día antes de su muerte, en esa conversación con su madre, parecía decidida a resolver.
"Mi hija tenía seis cajas preparadas y me dijo que al día siguiente le pediría más a una amiga. Me dijo, mami, por favor vente conmigo y le conteste que era domingo: tu no te preocupes que mañana compro un billete y me voy contigo. le dije".
No hubo día siguiente. Solo un "Estrella se ha ido", al que 22 días después no han podido añadir ni una explicación, por más que las han pedido: "Hasta la fecha no nos ha llamado nadie. Hemos llamado a la embajada, hemos llamado al consulado, nada, lo que salen son contestadores. Hemos ido a la policía para pedir ayuda, Nos dijeron que iban a hablar con la base de Rota para que hablaran con la base de Kansas. No hay resultado ninguno".
Ahora, gracias al seguro familiar, el cuerpo de su hija viaja hacia España, adonde llegará este viernes. Exigen que para entonces alguien les explique cómo murió su hija. Les gustaría además que aquí se le hiciese una autopsia, pero no disponen de recursos, ni nadie les dice qué hacer para conseguirla.