España vuelve a encabezar el exceso de mortalidad en Europa

  • España supera a los países de su entorno en el 'índice z', que mide la desviación sobre el número de muertes previstas de cada país

  • Madrid y Andalucía son las comunidades donde se han producido los mayores excesos de mortalidad en los inicios de esta segunda ola

El verano de la pandemia va quedando atrás, pero no solo deja una tasa de contagios que sigue aumentando y a Madrid con confinamientos selectivos y otras restricciones, sino también un nuevo exceso de mortalidad, el más alto de Europa. Si el país registró el mayor aumento en la primera ola, en el comienzo de esta segunda ola también ocurre lo mismo. No obstante, el incremento es mucho menor que entonces.

Según los últimos datos del EuroMOMO, el organismo que monitorea las estadísticas de mortalidad en la región, el 'índice z' de España (que mide la desviación sobre el número de muertes previstas de cada país) fue de 6,32 en la semana del 7 al 13 de Septiembre. Bélgica (4,02), Portugal (3,31) y Suecia (1,82) aparecen por detrás. En el pico de la ola (entre el 30 de marzo y el 4 de abril), la cifra española fue de 43,58, más que cualquier otro país en ese momento.

“Las estimaciones globales agrupadas de la mortalidad por todas las causas muestran niveles normales para los países participantes”, señaló el EuroMOMO en su boletín. “Sin embargo, en algunos países parece haber un pequeño exceso de mortalidad”, agregó, en clara referencia a España.

El comienzo de la segunda oleada

Hay una fecha clave: el pasado 27 de julio. El MoMo español, del Centro Nacional de Epidemiología, sitúa a partir de ese momento el primer tramo de aumento del verano, hasta el 29 de agosto, con un 10,1% más de muertes respecto a la media histórica de los últimos 10 años. El otro periodo de aumento, del 8 al 13 de septiembre, representó un alza del 9,1%.

En ambos períodos, el número exceso de muertes corresponde mayoritariamente a personas mayores de 74 años: un 81% y un 87% respectivamente

En el gráfico europeo, el índice español llega a negativos en algunas semanas, como la que va del 8 al 14 de junio, pero empieza a registrar alzas desde finales de julio y sube ya a principios de agosto hasta el repunte de los últimos días de ese mes.

Por número de muertes

En número de muertes, mirando los datos del INE, la semana de finales de julio tuvo 8.599 defunciones, 1.471 más que en 2019, mientras que la siguiente llegó a 8.493 (1.180 más). La peor semana del año (y de la pandemia), la del 30 de marzo al 5 de abril, registró 20.654 fallecimientos, 12.573 más que en 2019.

A nivel más general, y siempre según los datos del INE (que permite estirar la comparación hasta el año 2000), el exceso respecto a 2019 es de 49.739 muertes si se toman todas las semanas del año o de 52.707 si es a partir de la semana 10, del 2 al 8 de marzo, poco antes de la declaración del estado de alarma. El último boletín de Sanidad, del viernes, notificó un total de 30.495 fallecidos desde el inicio de la pandemia.

La duda sobre la causa real de todas las muertes

Pero, como siempre hay que advertir, los datos de exceso de mortalidad (del MoMo y del EuroMOMO) son indicativos, ya que no ofrecen la causa las muertes y apenas las comparan con las registradas en el promedio de otros años. En esa medida, es muy difícil atribuir esos fallecimientos, directa o indirectamente, al coronavirus.

Apenas quedan hipótesis, como la que sugiere Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología, quien cree que la desatención de otras enfermedades por el coronavirus pudo haber influido.

“Es una sospecha de la que siempre hemos hablado desde el principio de la pandemia”, dice el también jefe del Servicio de Inmunología del Hospital Marqués de Valdecilla (Santander).

“Al reducir los cuidados no Covid, porque se trataba de no visitar los centros de salud o al especialista, la gente se quedó más en casa y probablemente hubo patologías que no se vigilaron y que estén produciendo eso [el aumento]”, explica el experto, muy cauteloso a la hora de detallar que las cifras tendrán que ser analizadas posteriormente por expertos en salud pública y epidemiología.

Madrid y Andalucía, dos subidas pronunciadas dentro de las CC.AA.

Dentro de las Comunidades Autónomas, el de Madrid supone uno de los aumentos más notorios, de un 26,3% desde el 31 de julio hasta el 6 de agosto y del 29,3% del 1 al 13 de septiembre, con excesos que en esos dos momentos correspondieron sobre todo a muertes de personas mayores de 74 años: un 74% y un 83% respectivamente.

“Es una comunidad muy poblada, donde los datos de subidas ganan enseguida significación estadística”, dice Joan Villalbi, de la Sociedad Española de Salud Pública.

“Sí que hay indicios de una subida muy importante a principios de agosto, que mejoró, y luego hay otra subida que se inicia en septiembre, que podría continuar más allá de este periodo [el 14 septiembre, la fecha hasta donde llegan los datos del boletín]”, añadió.

Además de Madrid, Andalucía aparece como otra comunidad con dos aumentos recientes, del 28 de julio al 6 de agosto (un 16,2%) y del 6 al 13 de septiembre (10,1%), mientras que Aragón registró un exceso entre el 4 y el 15 de agosto (44,6%). En el caso de Castilla y León, hubo dos días al alza, del 26 al 28 de agosto (32%).

A pesar de ser duramente golpeada por los rebrotes, el MoMo no registra otro periodo de aumento para Cataluña además del correspondiente a la primera ola, algo que tampoco ocurre con Galicia, Navarra y el País Vasco, otras regiones afectadas por focos durante el verano.

El horizonte del otoño

Quedará por ver si el exceso de mortalidad veraniego es una tendencia al alza para el resto del año o si, por el contrario, el aumento no llega a las cotas de lo peor de la pandemia.

Por lo pronto, España no solo está en lo más alto del exceso de mortalidad, sino también (casi) en la tasa de fallecidos, con 2,5 muertos con coronavirus por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, únicamente por detrás de Rumania, que lidera la estadística con 2,8 por cada 100.000, según las cifras del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades.

Sin embargo, hay algunas diferencias respecto a marzo, donde quedaban registrados solo los casos graves pero todos, incluyendo los que escapaban al radar, sumaron a la mortalidad, que “entonces correspondía a todas esas infecciones y también a que la infección entró masivamente en residencias de personas mayores”, opina Villabi.

“Yo creo que una cosa que hemos aprendido es a poner muchas trabas a la penetración de la infección en residencias. Y por otra parte, la infección está afectando básicamente a gente joven”, agrega el experto, que se muestra moderadamente optimista en su estimación. “No esperaría un incremento de la mortalidad muy grande”, concluye.

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