Siempre desde la máxima cautela que se ha de tener ante un virus que ha probado su altísimo poder de contagio y su capacidad para hacer tambalear los cimientos de todo el planeta, los datos relativos al impacto de la pandemia del coronavirus en España dejan ver una “evolución muy favorable” en los últimos días.
Así lo ha afirmado el director del centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, quien ha comparecido este jueves, como cada día, para informar del último balance: 48 muertes más con COVID-19 y 344 nuevos casos; unos números a los que, sin embargo, hay que sumar los datos de Cataluña, que no han sido actualizados debido a que se están validando con el objetivo de que la información sea lo más precisa y oportuna posible. Con ello en cuenta, ha estimado Simón, los resultados serían de aproximadamente “medio centenar” de decesos y “unos 400 casos” positivos por PCR notificados.
En este sentido, ha valorado el “importantísimo esfuerzo” que están realizando las comunidades autónomas especialmente en lo que se refiere a la “detección precoz de los casos”, una tarea imprescindible para asegurar el control de la transmisión, evitar posibles rebrotes y trabajar en el propósito de “reducir al mínimo el riesgo”.
En este contexto, el epidemiólogo ha destacado que “siempre se van detectando pequeños focos en algunos lugares que nos hacen dudar de cómo vamos”, pero ha subrayado que, hasta ahora, “se están resolviendo todos de forma muy buena”.
Con todo ello en cuenta, España, que ahora transita en un 70% por la fase 1, --con la excepción de Barcelona, parte de Castilla y León y una Comunidad de Madrid que a última hora de este jueves ha mantenido una reunión con Sanidad de la que ha salido con optimismo, confianza y esperanza de por fin avanzar de fase-, conocerá este viernes el nuevo mapa de la desescalada.
De todas las comunidades autónomas, la Comunidad Valenciana es la única que, en lo que considera la Generalitat como un ejercicio de “prudencia” y “responsabilidad”, no ha solicitado el avance desde la fase 1 en la que se encuentra al haber detectado “un ligero repunte en la tasa de nuevos contagiados”. El resto, ansía ya poder dar un nuevo paso en la búsqueda de la denominada ‘nueva normalidad’; una nueva normalidad que se espera en el mejor de los casos para junio pero que, en muchos territorios, de cumplirse los tiempos previstos, podría alargarse hasta julio.
En esta situación, la mayoría de los territorios de España, de obtener el ‘sí’ de Sanidad este viernes, caminarían ya hacia la fase 2; una fase en la que se contemplan modificaciones, pero que inicialmente permite, entre otras actividades, las reuniones con grupos de personas de hasta 15 personas; la celebración de bodas con un aforo del 50% y sin superar los 100 invitados al aire libre o los 50 en espacios cerrados; los velatorios, con un límite de 25 personas en espacios al aire libre o 15 en espacios cerrados; la apertura hasta la mitad del aforo en los lugares de culto; la apertura, con limitaciones, de centros comerciales y restaurantes; la apertura de cines, teatros y auditorios con butaca previamente asignada y limitación de un tercio de aforo; y se permitirá la apertura de piscinas con aforo del 30% y cita previa, así como se reabrirán las playas, también con limitaciones.
Más allá, las ya famosas franjas horarias desaparecerán, a excepción de para los mayores y los más vulnerables, como ha informado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y ha corroborado también en paralelo el propio Fernando Simón, quien ha apuntado, textualmente: "Las franjas desaparecerían en la fase 2, pero se ha propuesto que se mantenga una exclusiva para los grupos vulnerables; para los mayores".
Por otra parte, siguiendo con el objetivo de ir aliviando las medidas paulatinamente e ir reactivando la economía, el Gobierno piensa ya en cómo reflotar otro de los sectores que ha sido casi herido de muerte por los efectos de la crisis del coronavirus: el turismo.
Según la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, la vuelta del turismo extranjero se situaría en julio, si bien ha subrayado que “tenemos que ir con cuidado” para evitar dar pasos en falso.
En este sentido, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias también se ha pronunciado al ser preguntado por ello en su comparecencia, ante lo cual, en la misma línea, se ha mostrado “de acuerdo hasta cierto punto” con la ministra, aseverando que, podría ser factible dado que “queda un mes y medio” y, de seguir evolucionando la pandemia en España como lo está haciendo, se seguirán abordando más medidas de alivio, también encaminadas en ese sentido. No obstante, ha insistido en la necesidad de tener prudencia y ser cautos ante un virus del cual, aunque ya conocemos muchas más cosas, aún sigue presentando muchos aspectos desconocidos.
Entre tanto, el Gobierno se enfrenta también a un terremoto en el ámbito político. Después de haber conseguido este miércoles la quinta prórroga del estado de alarma, que se ampliará de este modo hasta el 7 de junio a las 00:00 horas, la situación, gracias al apoyo de PNV y de Ciudadanos, lo que le ha valido reproches llegados desde todos los frentes, la noticia de que alcanzaron un pacto secreto con EH Bildu para obtener su abstención, algo que finalmente no necesitaban, ha terminado por dinamitar la situación. Más allá de los reproches de la oposición, ha desencadenado el desencuentro más sonado hasta ahora en el Gobierno de coalición.
En primer lugar, lo que conocimos es que se había pactado la derogación “íntegra” de la reforma laboral, pero poco después, en mitad de la noche, la vicepresidenta Nadia Calviño exigía una marcha atrás inmediata: “Sería absurdo y contraproducente abrir un debate de esta naturaleza y generar la más mínima inseguridad jurídica en este momento”, ha dicho, mientras prácticamente a la misma hora Pablo Iglesias, vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Unidas Podemos, insistía en todo lo contrario: “Lo firmado y lo escrito en un papel es lo que se ha acordado. Creo que estoy siendo cristalino”.
Desde el PSOE, no obstante, José Luis Ábalos afirma: “Nosotros siempre hemos llamado a esos puntos, a los ‘aspectos lesivos’ de la reforma laboral. Y ese es el acuerdo”. Y mientras, desde EH Bildu, con quienes pactaron sin que el resto de los que apoyaron al Gobierno, PNV y Ciudadanos, lo conocieran, subrayan: “Ayer firmamos un acuerdo. Nuestra palabra se cumple”.