Los hombres tienden a engordar tras un divorcio y las mujeres después de casarse
INFORMATIVOS TELECINCO/AGENCIAS
19/08/201116:38 h.En general, la probabilidad de aumentar peso tras estas etapas es algo que está presente especialmente entre las personas mayores de 30 años, pero el estudio detalla que los efectos de las transiciones civiles son muy diferentes para hombres y mujeres.
"Claramente, el efecto de las transiciones civiles en los cambios de peso varía según el sexo", explica el autor principal del estudio y estudiante de doctorado en Sociología de la Ohio State University, Dmitry Tumin.
"Los divorcios en los hombres y, en cierta medida, los matrimonios en las mujeres promueven ganancias de peso que pueden ser lo suficientemente grandes como para representar un riesgo para la salud", detalla Tumin.
Según expone el experto, "para las personas que están en la mitad de los 20 años, no hay mucha diferencia en la probabilidad de aumentar de peso respecto a alguien que se acaba de casar y alguien que nunca se ha casado. Pero más tarde en la vida, hay mucha más la diferencia".
Tumin realizó el estudio con el profesor de Sociología de la Universidad de Ohio, Zhenchao Qian, y presentarán sus conclusiones en la reunión anual de la American Sociological Association el próximo 22 de agosto.
SEGUIMIENTO DE MÁS DE 10.000 PERSONAS
Aunque ha habido muchos estudios sobre el aumento de peso tras el matrimonio o el divorcio, la mayoría de ellos se han centrado en los cambios promedio del peso y en encontrar pequeños aumentos de peso tras el matrimonio y, a menudo pequeñas disminuciones de peso después de un divorcio. "Esos resultados pueden ocultar el hecho de que algunas personas pierdan peso, mientras que otras permanecen igual y algunas tienen un gran aumento de peso", explica Qian.
"Hemos estimado los efectos de las transiciones de civil en la probabilidad de aumento de peso o pérdida según diferentes categorías de personas, lo que permite la posibilidad de que no todo el que pase por una transición civil tiene el mismo tipo de experiencia", asegura Qian.
Tumin y Qian utilizaron los datos de la Encuesta Nacional Longitudinal de la Juventud del 79, una muestra nacionalmente representativa de hombres y mujeres de entre 14 y 22 años en 1979. Las mismas personas fueron encuestadas todos los años hasta 1994 y cada dos años desde entonces.
En este estudio, los investigadores utilizaron datos de 10.071 personas encuestadas de 1986 a 2008 para determinar la ganancia de peso en los dos años siguientes al matrimonio o el divorcio, para lo que incluyeron datos sobre el índice de masa corporal (IMC), una medida común utilizada para calcular la relación entre peso y altura.
Los investigadores separaron a las personas en cuatro grupos: los que tenían una reducción de peso de unos 3 kilogramos en los dos años posteriores al haber contraído matrimonio, los que tenían un pequeño aumento de 3 kilogramos, los que presentaban un gran aumento y aquellos que ni presentaban pérdida ni ganancia de peso.
Los investigadores tomaron en cuenta una amplia variedad de otros factores que pueden influir en el aumento o pérdida de peso, incluyendo el embarazo para las mujeres, la pobreza, el estatus socioeconómico y la educación.
Tanto los hombres como las mujeres que se casaron o se divorciaron tienen más probabilidades de tener un pequeño aumento de peso en los dos años siguientes a su transición civil que los que nunca se han casado.
LOS CAMBIOS DE PESO REGISTRADOS NO REPRESENTAN UN RIESGO PARA LA SALUD
"Para la mayoría de la gente, el aumento de peso que se ve después de una transición civil es relativamente pequeño, no algo que se vea como una amenaza grave para la salud", dijo Tumin.
Los datos de este estudio no puede revelar por qué los hombres son más propensos a aumentar considerablemente el peso tras el divorcio, mientras que el matrimonio es más probable que cause grandes ganancias de peso en las mujeres.
"Las mujeres casadas suelen tener un papel más importante en la casa que los hombres, y pueden tener menos tiempo para hacer ejercicio y mantenerse en forma que las mujeres solteras similares", explica Qian y añade que "los estudios muestran que los hombres casados obtienen un beneficio para la salud cuando se casan pero lo pierden cuando se divorcian, lo que le puede conducir a un aumento de peso".
Respecto al riesgo de aumentar el peso en función de la edad, "tanto el matrimonio como el divorcio contribuyen a ese riesgo de aumentar peso, pero se producen más cambios de peso en las edades comprendidas entre los 30 y 50 años, por lo que el efecto es más fuerte en edades más avanzadas".
Según los expertos, esto puede deberse a que la gente se acomoda a ciertos patrones de actividad física y de dieta a través del tiempo. "A medida que se envejece, si se tiene un cambio repentino en la vida como puede ser un matrimonio o un divorcio, puede afectar a su peso porque le puede afectar más que cuando se es joven".
Los investigadores concluyen explicando que "este estudio sólo observó a la gente durante los dos años inmediatamente posteriores a una transición civil por lo que los resultados pueden cambiar en los últimos años".