Una familia descubre una cámara oculta espiándoles en el alojamiento que habían reservado
Informativos Telecinco
08/04/201919:29 h.Si a finales del mes pasado salía a la luz que en Corea del Sur miles de clientes habían sido grabados en sus habitaciones de hotel con cámaras ocultas que retransmitían todo en Internet, llegando a ofrecer incluso contenido exclusivo previo pago, ahora es un alojamiento ubicado en Cork, Irlanda, el que se erige como epicentro de un escándalo de índole similar.
En este caso, ha sido una pareja la que ha denunciado, a través de Facebook, el descubrimiento de una cámara espía instalada en el interior del alojamiento que habían contratado mediante la popular plataforma Airbnb. Nealie y Andrew Baker, oriundos de Nueva Zelanda, se encontraban con sus cuatro hijos y un sobrino realizando un viaje por Europa cuando decidieron hospedarse en este lugar. Fue Andrew, quien precisamente trabaja en el sector de la seguridad informática, el que al llegar al alojamiento realizo un escaneo de la infraestructura de la red Wi-Fi a través de una aplicación en su móvil, y se topó con la desagradable sorpresa: los datos arrojaban que había una cámara instalada en alguna parte, y se dispuso entonces a averiguar exactamente dónde. La respuesta no tardó tampoco en encontrarla: se encontraba camuflada entre lo que parecía ser “una alarma de humo” o un detector de monóxido de carbono, “en el salón”.
“Fue un shock. Fue un sentimiento horrible”, ha explicado Nealie Barker en declaraciones recogidas por CNN en las que explica ese momento en el que se dieron cuenta de que eran víctimas de una terrible invasión de la privacidad.
Inmediatamente, lo primero que hizo la familia fue ponerse en contacto con Airbnb, y sin una solución inmediata, también telefonearon después al dueño del alojamiento, quien en un primer momento les colgó y posteriormente atendió a la llamada para asegurar que sólo había una cámara instalada, sin querer especificar si estaba emitiendo esa señal por streaming, capturando el audio o qué estaba haciendo con esas imágenes.
Andrew ya lo sabía: desde el dispositivo oculto instalado en el techo se estaba emitiendo vídeo en vivo, y de hecho, se hicieron una foto para tener una prueba irrefutable de lo que estaba pasando.
Ante tal situación, y tras cubrir la lente de la cámara oculta, como explica Ars Technica, inmediatamente optaron por marcharse a un hotel y denunciar formalmente lo sucedido.
Desde Facebook, la pareja ha lamentado que han sido “numerosas” personas las que se han dirigido a ellos aterrados porque "Aibrn permitía hospedarse a los clientes en la propiedad mientras era eliminada de la plataforma y estaba bajo una investigación en curso" por su caso, denunciando que “sabían que estaban enviando víctimas a un entorno videovigilado”.
Por su parte, lamentando que en un primer momento el asunto se tratase como la mera cancelación de una reserva, la plataforma, en declaraciones recogidas por CNN, ha recalcado: “La seguridad y la privacidad de nuestra comunidad, tanto online como offline, es nuestra prioridad. Las normas de Airbnb prohíben estrictamente las cámaras ocultas y nos tomamos cualquier denuncia de violación de privacidad extremadamente en serio. Hemos eliminado permanentemente este alojamiento de nuestra plataforma”.
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