Es el momento de los ocho mineros de Asturias, que bajarán por turnos a por él. Su misión: excavar la galería horizontal de tres o cuatro metros que les permita llegar hasta el pequeño. Lo harán de dos en dos en turnos de 40 minutos, cargando pesados equipos de ventilación. Tendrán que trabajar de rodillas o tumbados.
El acceso horizontal lo harán picando con martillo neumático de aire comprimido y con "una pala echando el material hacia atrás", ha explicado Santiago Suárez, exjefe de la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa. A medida que los mineros avancen, sostendrán el techo y los laterales mediante el sistema de posteo típico de la minería de carbón. En el caso de que encuentren roca muy dura, tendrán que ir a "microvoladuras" llevadas a cabo con explosivos no rompedores. Estas explosiones las harán TEDAX de la Guardia Civil, que acompañarán a los mineros. También bajarán bomberos, encargados de velar por la seguridad de los rescatistas.
Ayer el equipo de rescate sufrió el enésimo contratiempo. Cuando parecía que todo estaba bien, de nuevo hubo problemas con el encamisado. Concretamente, se encontraba a 52 metros de profundidad, de los 60 que tiene el túnel, por lo que los últimos 8 han visto reducido su grosor desde los 110 centímetros a los 90 para poder completar el encamisado.