Desde los ejecutivos hasta los conductores de autobuses y los empleados de mantenimiento recibieron cantidades entre 850 y los 30.000 dólares, según publica el portal 'ABC'.
Los empleados se quedaron sorprendidos al descubrir miles de dólares en sus cuentas bancarias y algunos avisaron del probable 'error'. Fue entonces que se enteraron de donde procedía el dinero.
El dinero era parte de los beneficios que la familia Grenda obtuvo de la venta de parte de sus acciones en la compañía a inversores externos.
"Una empresa llega a ser todo lo buena que es por la gente que trabaja en ella, y nuestros empleados son fantásticos", aseguró un eufórico Ken Grenda. El empresario aseguró sentirse orgulloso de contar con "dos generaciones de la misma familia" trabajando en la compañía.
El empleado que recibió la mejor compensación fue un hombre que trabaja desde hace 52 años en la empresa.
Los trabajadores respondieron a la generosa iniciativa de su jefe llenando su contestador de mensajes y bloqueando la "bandeja de entrada" de su buzón de correo electrónico con centenares de frases agradecidas.
Sin embargo, Ken Glenda, piensa que su gesto no tiene mérito alguno, porque defiende una máxima que lo ha llevado al éxito en los negocios:
"Trata a todo el mundo como un igual; confía en la gente hasta que te den una buena razón para no hacerlo; trata a tus empleados como si fueran miembros de tu familia; y se honesto".