La adolescente contó a la Policía de Argentina que, después de cuatro años en los que su progenitor se limitó a abusar de ella, su hermano comenzó a violarla. Desde ese momento, se sucedieron diferentes episodios que convirtieron la vida de la joven en un auténtico infierno, informa el portal web La República.
En una de las múltiples violaciones, la joven quedó embarazada, aunque la obligaron a abortar a los tres meses de gestación. Cuando se lo contó a su madre, esta le indicó que debía acostumbrarse a los abusos y la llevó a un hospital para que le colocasen un DIU (dispositivo intrauterino) para que así no pudiera quedar embarazada.
Una vez detenidos, los acusados negaron todo ante la justicia, y, en su lugar, afirmaron que todo era una especie de venganza porque ellos no le regalaron nada cuando la adolescente cumplió 15 años de edad.
Sin embargo, una vez revisadas las pruebas de la investigación, el juez Benedicto Correa respalda la versión de la joven, y dictó prisión preventiva para el padre y el hijo, de 50 y 22 años, respectivamente, y a la madre.