Elena Flores, neuropsicóloga, sobre los cambios en las escuelas: "Sin memorizar, no puede haber aprendizaje"
La neuropsicóloga insiste en que "hay que seguir potenciando un aprendizaje de memorización, pero incluyendo nuevas y mejores formas de hacerlo en el aula"
Reconoce que "memorizar información sin más no es aprender", pero dejar de entrenarla puede afectar a la atención del alumnado
La LOMLOE de Celaá propone menos lecciones de memoria y más aprendizaje por competencias, entre otros cambios
El Ministerio de Educación y las comunidades trabajan en la nueva LOMLOE, la ley de Educación de Isabel Celaá, destinada a dar un giro de 180º a la forma de enseñar en las escuelas. La propia ministra así lo reivindica en sus declaraciones, al asegurar que "no es suficiente el aprendizaje memorístico", por lo que los nuevos currículums deben ser multidisciplinares y competenciales.
De hecho, y a pesar de las diferentes polémicas creadas, los profesores esperan los cambios con expectación, temiendo que se quede en una simple declaración de intenciones. Menos memorización 'enciclopédica', menos exámenes, más asignaturas híbridas, dos profesores por clase e incluso con los centros adaptando parte de la docencia al tipo de su alumnado.
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No obstante, los neuropsicólogos advierten que no se puede abandonar la memorización. Elena Flores, especialista en neurociencia y educación, atiende a NIUS para evidenciarlo: "Sin memorizar, no puede haber aprendizaje". Aun así, la también cofundadora de NeuroClass reconoce la necesidad de combinar tradición y nuevas metodologías, renovando las formas de memorizar información; de lo contrario "habría una clara afectación a la atención".
Pregunta: Para empezar, ¿qué es la memoria?
Elena Flores: Una de las funciones cruciales en nuestro cerebro. Aunque pudiera parecernos simple, la definición sobre este concepto, hoy en día, sigue siendo un misterio. Es un proceso mental que se lleva a cabo en nuestro cerebro y, básicamente, se encarga de codificar, almacenar y posteriormente recuperar información. Sin embargo, la memoria es una capacidad mucho más compleja que todo esto. No solo es retener y recordar información del pasado.
P: ¿Y aplicada al aprendizaje?
R: Podríamos decir que, sin este mecanismo cerebral, no estaríamos hablando de aprendizaje y viceversa. Ahora, tengamos también en cuenta que el aprendizaje engloba muchos más factores.
P: ¿Se puede aprender una información o una habilidad sin memorizar?
R: No hay que olvidar que la memoria se presenta como un proceso dinámico. La información retenida está en continuo cambio, es decir, ocurren procesos de reorganización e integración de nuevas interpretaciones. Pero memorizar información sin más no es aprender, de igual modo que aprender no es lo mismo que memorizar únicamente. Necesitamos, entre muchos más factores, la atención. No cabe duda de que un aprendizaje significativo requiere de buenas técnicas de memorización y atención plena, sin olvidarnos de la influencia de todo el campo de las emociones y la motivación, entre otros.
Memorizar información sin más no es aprender, de igual modo que aprender no es lo mismo que memorizar únicamente
P: ¿Cómo debe ser la memorización en las escuelas?
R: El proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula es diferente para cada alumno, cada uno lleva su método y ritmo y las estrategias que se enseñan han de ser específicas para cada persona. Aquí contribuyen factores como la motivación, la emoción y la atención, entre otros, y estos también han de trabajarse para una mejor memorización en las escuelas. Por ello, enseñar estrategias de organización, elaboración o de ensayo favorecerán no solo la memoria, sino muchos más aspectos. Asimismo, no hemos de olvidar que las actividades que se planteen han de extrapolarse y ser útiles en la vida cotidiana.
P: ¿Dejar de entrenar la memoria supone dejar de mejorar otras habilidades?
R: En efecto. Mejorar y potenciar el aprendizaje requiere de un entrenamiento continuo que no cesa a lo largo de nuestra vida. En este ámbito de la educación, la memoria cobra una importancia clave que determinará la mejoría de otras habilidades cognitivas. Con esto, si no se entrenara la memoria en sus fases de codificación, retención y recuerdo, habría una clara afectación en la atención y otros factores.
Si no se entrenara la memoria, habría una clara afectación en la atención
P: ¿Como cuáles?
R: Cuando hablamos de habilidades cognitivas, nos referimos a todas aquellas que influyen en el procesamiento de la información, como la comprensión, la orientación o la expresión verbal, entre muchas. Y, si ciertas funciones neuropsicológicas de las mencionadas se vieran mermadas, esto podría desembocar en una afectación en 'cascada' de gran variedad de habilidades cognitivas. Es más, rizando el rizo, implicaría al funcionamiento ejecutivo, que abarca a su vez, la filtración de distracciones, el autocontrol y la planificación.
P: ¿Qué le parecen los nuevos sistemas pedagógicos que tratan de que los alumnos adquieran destrezas minimizando el aprendizaje por repetición?
R: La repetición del material es una estrategia que facilita la retención de la información. Hay dos tipos de repetición: la de mantenimiento, donde repetimos de forma literal lo que queremos aprender y se registra en la memoria a corto plazo. Y la repetición elaborativa, que consiste en introducir otras estrategias e incluirlas a la repetición. Esto se consigue por medio de resúmenes o desglosando la información y se logra un procesamiento más profundo.
P: ¿Memorizar por repetición es suficiente?
R: La repetición de la información conlleva la consolidación de determinados circuitos neuronales. Ahora bien, entre todas las técnicas memorísticas que hay, la utilización de la repetición únicamente podría quedarse corta en muchos contextos. Y es por ello que trabajarla junto con otras de las muchas estrategias que existen conllevaría un aumento de la motivación, la atención y la comprensión. Lo que, a su vez, daría paso a un aprendizaje significativo, donde el alumno es el principal moldeador de la información.
Memorizar por repetición puede quedarse corto en muchos contextos, hay que trabajarla con otras estrategias que aumenten la motivación, la atención y la comprensión
P: ¿Qué nos dice la neuropsicología sobre el nuevo modelo? ¿Lo avala?
R: La enseñanza también consiste en apoyar el desarrollo cerebral del alumnado para conseguir un adecuado funcionamiento. Las nuevas metodologías de enseñanza han de conocer procesos como la sinaptogénesis o la plasticidad neuronal. Así como otro concepto clave, la neurodiversidad. En esta disciplina se incluyen aplicaciones de estrategias modernas que favorecen el proceso de enseñanza-aprendizaje. Cada alumno ha de encontrar una amplia variedad de técnicas de aprendizaje para llevar a cabo aquellas que le sean más cómodas. Sin limitarse a unas u otras. Podríamos añadir, y nunca mejor dicho, que hay que educar con cerebro.
P: El nuevo modelo educativo comporta cambios tanto en primaria como en secundaria. ¿La memorización es más necesaria en uno que en otro ciclo?
R: La memoria no es un concepto unitario. Es una función importante en todas las áreas o asignaturas. Ya sea en matemáticas, física y química, historia o arte, por mencionar algunas. Y, al igual que es importante en todas las áreas o asignaturas, también lo es en ambos ciclos. De hecho, seguirá siendo importante a lo largo de nuestra vida, incluso cuando dichos ciclos formativos hayan terminado.
P: Los profesores tendrán ahora una mayor libertad para impartir sus clases. ¿El trabajo del profesor debe seguir apostando por el aprendizaje por memorización?
R: Ha de haber un proceso de reciclaje, por así decirlo; lo que muchos pueden entender como memorización tiene que dar un giro radical. Enseñar no es solo transmitir conocimientos al alumnado y la obtención por este de notas que evalúen su rendimiento. Va más allá. Es importante que el docente se enfoque en la mejora de estrategias cognitivas y metacognitivas que sirvan de guía en este proceso de enseñanza-aprendizaje. Pero en la educación cobra especial importancia el trabajo continuo de la memoria, por lo que ha de seguir potenciándose un aprendizaje de memorización, pero incluyendo nuevas y mejores formas de hacerlo en el aula.
Lo que muchos pueden entender como memorización tiene que dar un giro radical
P: Si hay una queja generalizada en la comunidad educativa es lo enciclopédico del sistema educativo, limitado a la repetición de datos, con alumnos 'vomitando' información en los exámenes. ¿La comparte?
R: Si bien hay que seguir manteniendo ciertos valores de la escuela tradicional, también hay que dejar paso a las nuevas metodologías de enseñanza que han ido gestándose a lo largo de estos años. La memoria es crucial, pero si no se trabaja adecuadamente y no se aprenden estrategias educativas que ayuden a este proceso, la simple repetición de la información, aunque pueda lograr que se memorice el contenido y sirva también en muchos contextos, nunca será suficiente si no se acompaña de algo más.
P: ¿Los cambios que pretende el nuevo sistema educativo pueden mejorar la creatividad y la motivación y, así, los índices de fracaso escolar?
R: Yo lanzo otra pregunta ¿son las técnicas memorísticas las que presentan el problema o la forma de enseñanza de estas? Alumnos que no se encuentren motivados, actividades en las que no se fomente la creatividad, estrategias basadas en el aprendizaje que no enseñen una variedad de técnicas memorísticas y emociones que, por ello, quizás no sean las más idóneas, impactarían con mucha probabilidad en el rendimiento académico. En cuanto a la forma de evaluación tradicional, otras estrategias más innovadoras facilitarían el aprendizaje, sin duda.
P: ¿Cuál debe ser el papel de las familias? ¿Deben acompañar el nuevo modelo educativo o tratar de que el escolar no abandone el aprendizaje por repetición?
R: Es importante que tanto el personal docente como la familia apoyen las técnicas o estrategias que sirvan más al alumno, con las que se sienta cómodo: no es cuestión de elegir una u otra como única, sino de mostrar en el aula un amplio abanico de posibilidades, abriendo la enseñanza a nuevos métodos. El alumno es el principal moldeador de la información, pero para ello debe tener a disposición diversas técnicas y estrategias que puedan motivarle.