Un elefante hembra de Sri Lanka cuya apariencia esquelética provocó la indignación mundial ha muerto, según informa la organización que expuso su condición.
Las imágenes del elefante demacrado fueron compartidas en agosto por Save Elephant Foundation (SEF), con sede en Tailandia, para concienciar sobre la explotación de elefantes en cautiverio.
Tikiri, una hembra de 70 años, fue utilizada para un desfile durante 10 días todos los años, en medio del ruido, los fuegos artificiales y el humo, en el festival Esala Perahera en Kandy, en el centro de Sri Lanka.
Después de la indignación provocada por su apariencia, los organizadores del festival decidieron retirarla del desfile de clausura de este año. A principios de este mes, SEF dijo en una publicación de Facebook que Tikiri había sido devuelta a su dueño.
Por su parte, la fundadora de SEF, Lek Chailert, publicó la noticia de la muerte de Tikiri en Facebook el martes por la noche. Ella le dijo a CNN que se enteró de la muerte por contactos en Sri Lanka: "El sufrimiento de Tikiri ha terminado, su alma ahora está libre. No puede hacerle más daño. "RIP querida Tikiri. Nunca mires a este mundo tan cruel contigo y tus amigos", añadió.
En agosto, Elisa Allen, directora de la organización benéfica de bienestar animal PETA, dijo a CNN en un comunicado: "Los turistas que visitan Sri Lanka pueden ayudar a los elefantes al negarse a montarlos y al evitar cualquier atracción que ofrezca o respalde paseos en elefante, mantiene a los animales encadenados, o los obliga a actuar ".
De esta manera, Save Elephant Fundation ha mostrado de nuevo su indignación a través de un mensaje de Facebok por la situación en la que se encontraba el elefante: ¿Cómo podemos llamar a ésto una bendición o algo sagrado, si hacemos sufrir a otras vidas?, refiriéndose al festival.