El 'ejército de la escoba y la manguera' trabajan sin descanso en Sant Llorenç
El ejército de la escoba, la manguera y la pala sigue patrullando y adecentando unas calles, las de Sant Llorenç, en Mallorca, que poco a poco van recuperando el color después de la brutal riada del martes. Se siguen arreglando puertas, ventanas, limpiando las cajas de los negocios, despejando los patios de lodo y de muros caídos, sacando muebles o libros que ya son basura o dejando que se sequen al sol los que todavía tienen uso. Hasta 150 fontaneros y electricistas trabajan para recuperar la luz y el agua, "hemos tenido que dar luz y agua y poco a poco se va poniendo el pueblo en marcha", nos dice uno de ellos. Porque muchas viviendas siguen vacías e inutilizables. "Hemos perdido todo, menos la casa", comenta una afectada. Por eso aparece otro ejército, el de los trabajadores sociales y voluntarios que primero recogen y acumulan la gran cantidad de material que reciben en naves habilitadas, y separan las toneladas de donaciones en forma champú, gel, camisetas o zapatillas. En definitiva, enseres de primera necesidad, para repartirlo entre los que lo necesitan. Además, se están vendiendo camisetas para recaudar dinero, ya van 30.000, y todavía no se han impreso. "No damos abasto para responder a todas las personas, pido paciencia", apunta una de las implicadas en esta iniciativa, ya la tiene hasta el jugador del Real Madrid Baloncesto, Rudy Fernandez. Todo para que todo un pueblo, toda una comarca, vuelva a ser lo que fue.