Presente en especies vegetales como la mandrágora, beleños, estramonio o la escopolia puede atravesar la barrera hematoencefálica fácilmente y causar una alteración severa en el sistema nervioso central.
La apariencia incolora de este químico permite a los manipuladores poder disolver la sustancia sin levantar ningún tipo de sospechas. Este alcaloide está íntimamente relacionado con agresiones sexuales en las que los sospechosos vertían parte del contenido ilícito en la bebida de las víctimas.
Sin embargo, son los efectos negativos posteriores como la ausencia de voluntad y pérdida de la memoria los que hacen establecer semejanzas como el caso de la supuesta autora en León (España) que robó casi 41.000€ después de administrar esta droga a varios afectados en la conocida 'Operación Black'.
La funcionalidad de la escopolamina o burundanga actúa como un depresor de las terminaciones nerviosas y del cerebro, corazón, intestino y otros tejidos, específicamente los receptores tipo M1. De esta manera, se incrementa la dilatación de las pupilas, la contracción de los vasos sanguíneos, la reducción de las secreciones salival no estomacal y otros fenómenos resultado de la inhibición del sistema nervioso parasimpático.
Los expertos alertan de que emplear este químico en dosis elevadas de más de 10 mg en niños o más de 100 mg en adultos, puede causar convulsiones, depresión severa, arritmias cardíacas (taquicardia severa, fibrilación, etc), insuficiencia respiratoria, colapso vascular y hasta la muerte.
La burundanga también es suministrada en cantidades controladas muy pequeñas por equipos médicos a pacientes que poseen mareo, náuseas, diarrea y vómitos provocados por los diferentes medios de locomoción. También es conocida su acción sedante sobre el sistema nervioso central, que se usa como antiparkinsoniano, antiespasmódico y como analgésico local. El último de los casos en los que se utiliza la sustancia es para provocar dilatación de la pupila en exámenes oftalmológicos en profundidad.
El empleo de este alcaloide reduce la producción de las glándulas secretoras como la saliva, los bronquios y el sudor. Anteriormente, también se administraba junto a la morfina como analgésico en los partos, pero posteriormente se abandonó, al verse implicada como factor causal en la tasa excesivamente alta de mortalidad infantil.