El pasado 2019 no fue un buen año para la familia real británica y el 2020 no ha empezado mucho mejor debido al inesperado anuncio de independencia de Harry y Meghan. La noticia ha supuesto un gran disgusto tanto para la familia real como para los británicos que han bautizado este abandono real como el “MEGXIT”.
El pasado mes de noviembre los Duques de Sussex se alejaban de los focos con el fin de tomarse un descanso durante seis semanas. Ha sido este miércoles cuando el Príncipe Harry y Meghan Markle anunciaban a través de sus redes sociales que desean dejar de formar parte de la Familia Real.
"Después de muchos meses de reflexión y discusiones internas, hemos decidido hacer una transición este año y empezar a dar un paso atrás hacia un nuevo puesto en esta institución. Nuestra intención es dejar de ser miembros senior de la Familia Real y trabajar para ser independientes financieramente mientras seguimos apoyando por completo a su Majestad la Reina". Anunciaba en la cuenta oficial de Instagram.
Meghan ha regresado a Canadá y ha dejado a su marido solo en Londres, donde se enfrenta como puede a la crisis que ellos mismo han abierto en la monarquía británica. El Príncipe Harry quiere escapar de la tormenta y reunirse con ella y el pequeño Archie en Vancouver, donde le dejaron al cuidado de la niñera. Pero un compromiso oficial, el jueves, podría obligarlo a no tomar el ansiado avión.
La reina Isabel II y los miembros de la familia real británica busca a contrarreloj una ‘solución factible’ al “MEGXIT”. Además, Harry pide para su hijo 3 millones de euros al año. Por otra parte Scotland Yard escrutará cada libra que se gaste en su seguridad.