Descubrir la forma de su cara; la postura en la que espera para nacer. Son ecografías hechas para el tacto. “Una maravilla” para madres cuyos problemas de visión les impide contemplar la imagen de su bebé. Ahora pueden ponerle rostro a aquello que solo oían. “Lo que hasta ahora se podía ver en una ecografía, gracias a la tecnología 3D lo podemos tocar”, explica Ricardo Trujillo, gerente del Departamento de Salud del Hospital de Manises.
Realizan una descripción de la ecografía y “capa por capa” van imprimiendo el que tras dos semanas de ‘gestación’ será el feto tridimensional.
Madres y padres invidentes ya no tienen que esperar nueve meses para poder palpar cómo es el rostro de su bebé tal y como aparece en la ecografía.