La Comisión de Salud Pública ha aprobado la actualización de las medidas destinadas a la EBAU de este año, que se realizará antes del 18 de junio. El documento hace hincapié en la ventilación, mantener la distancia de seguridad, llevar a cabo una correcta higiene de manos y llevar mascarilla en todo momento.
Las aulas se ventilarán 15 minutos antes de cada prueba. Durante los exámenes las ventanas tendrán que permanecer abiertas. En su defecto se usará ventilación mecánica. A esto se suma una distancia recomendada de un metro y medio.
La mascarilla será obligatoria y se recomienda no bajarla para estornudar o toser. En caso de hacerlo siempre se deberá tapar nariz y boca con un pañuelo, el cual se desechará en un cubo de basura, a ser posible con tapa y pedal. A continuación se procederá al lavado de manos. “Si no se dispone de pañuelos, emplear la parte interna del codo para no contaminar las manos”, refleja el documento.
Se deberán aplicar medidas destinadas a evitar aglomeraciones y desplazamientos innecesarios de docentes y alumnos. Dichas normas pueden resultar en un escalonamiento de entradas y salidas de las clases y ampliar el número de sedes.
Los centros tendrán que disponer de un aula de aislamiento para profesores y alumnos que muestren síntomas, siempre que no puedan volver a su domicilio inmediatamente: “En los casos en los que fuera necesario se avisará a su familia”. El espacio será de uso individual y estarán atendidos por una persona, la cual llevará una mascarilla FFP2 sin válvula.
Aquellos que pertenezcan al grupo de población vulnerable (inmunodepresión, hipertensión, diabetes, cáncer, enfermedades pulmonares, etc) podrán ir siguiendo las recomendaciones de su médico de referencia.
Bajo ningún concepto nadie con síntomas compatibles con la Covid-19 podrá asistir a las pruebas, ya sean trabajadores del centro o estudiantes. Tampoco podrán acudir aquellos que hayan dado positivo, estén en cuarentena por un contacto estrecho o no hayan terminado el aislamiento por enfermedad.