Dos policías salvan a una mujer de morir atragantada en un restaurante de Benidorm
Los dos agentes también estaban en el restaurante como clientes
Al ver a la mujr con problemas se ofrecieron para ayudarla
Tuvieron que practicarle dos veces seguidas la maniobra
Dos agentes de la Policía Nacional que estaban fuera de servicio en un restaurante de Benidorm han salvado la vida a una mujer que se había atragantado cuando estaba comiendo y se asfixiaba, al practicarle la maniobra de Heimlich, según han informado este miércoles fuentes del Cuerpo.
Esta maniobra de primeros auxilios consiste en abrazar al afectado por detrás y presionarle bajo el esternón con los dedos, dando un golpe seco, para que expulse el elemento que no le permite respirar.
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"No es la primera vez que policías nacionales libres de servicio deben actuar ante una urgencia sanitaria donde la vida de una persona corre peligro", han explicado las mismas fuentes.
En esta ocasión, la mujer, de unos 60 años, estaba comiendo en el citado establecimiento y comenzó a presentar signos de obstrucción de las vías aéreas, al tiempo que no podía toser.
Inicialmente fue auxiliada por otras personas que estaban en el local. Sin embargo, los dos agentes libres de servicio que observaban la evolución de la situación pudieron darse cuenta de que la mujer empeoraba por momentos.
Por ello, ambos se acercaron a ella para auxiliarla y, tras identificarse como policías nacionales ante las personas que la estaban atendiendo, iniciaron la maniobra de Heimlich, tal y como les fue enseñada durante su formación como agentes.
Tras varias compresiones abdominales practicadas por los dos policías, la mujer consiguió expulsar un gran flujo de saliva junto con la comida masticada que le provocaba la asfixia.
Los agentes tuvieron que repetir nuevamente la maniobra segundos después, dado que ella aún no había expulsado toda la comida que le obstruía las vías aéreas.
Finalmente, tras esta segunda práctica de la maniobra de auxilio, la mujer logró echar otro resto de comida que le causaba la asfixia, pudiendo por fin respirar y recobrar el habla.
A pesar de ello, los agentes no dejaron de asistirla hasta su completa recuperación. Según las citadas fuentes, "gracias a la rápida y eficaz intervención de estos policías, no fue necesaria la presencia de los servicios médicos".