Su idilio con los quirófanos comienza en 1981, le intervienen de un brazo tras chocar con una puerta de cristal, de la pelvis dos años después y posteriormente de fibrosis. En el 91 un esquiador le derriba en Baqueira: primera operación de rodilla y cuatro años después se cayó en la nieve por lo que tuvo que acompañar a la infanta Elena al altar, con la muñeca escayolada. Sus problemas de oído le llevan a ponerse audífonos en el 96. En 2001 le operan de varices y 9 años después de un tumor benigno en el pulmón. Cuando le vuelven a intervenir de la rodilla el monarca está muy familiarizado con las muletas. Más tarde es el tendón de Aquiles el que le juega malas pasadas, será su octava operación. La novena, tras fracturarse la cadera derecha en la ya famosa cacería del perdón pero continúan los dolores y tiene que volver al quirófano. Sin embargo no frena el ritmo de trabajo yrecorre 70.000 kilómetros en seis meses. El dolor, ahora, de la otra cadera, se refleja en su rostro y en su caminar, lo que le lleva a su undécima operación. Entre quirófano y quirófano el rey nos ha dado muchos sustos. Sus golpes y caídas han dado la vuelta al mundo, también las que ha evitado. 75 años enfrentándose al infortunio, siempre con humor.