La policía japonesa a detenido a un varón de 45 años y residente en la localidad de Kitakyushu por castigar a sus tres hijos de 11, 13 y 17 años con disparos de una pistola táser cuando estos no le hacían caso.
Las autoridades han trasladado al chico de 11 a un centro sanitario para que le evaluasen las heridas en el brazo que sufría y que han sido diagnosticadas como quemaduras leves. A las dos niñas no se les han detectado marcas o heridas en el cuerpo, según ha informado La Vanguardia.