Alerta sanitaria en el incendio del vertedero de Zaldibar por la emisión de dioxinas y furanos
El objetivo prioritario es extinguir el incendio en el vertedero de Zaldibar y localizar a los dos trabajadores desaparecidos
Una exposición prolongada a la dioxina, puede llegar a producir cáncer
Las instituciones y el departamento de Salud, no obstante, lanzan un mensaje tranquilizador
Reina el miedo y la indignación entre los vecinos del Zaldibar, donde se mantiene la alerta sanitaria. Tras el derrumbe y el incendio del vertedero, el Gobierno vasco confirmaba el pasado viernes los peores augurios sobre la calidad del aire: los habitantes estaban respirando un aire contaminado con unos niveles de furanos y dioxionas hasta 50 veces superior al habitual. Una semana después del derrumbe, se llamaba a extremar las medidas de precaución, –como no hacer deporte al aire libre y no ventilar las casas–, llegando incluso, con la alerta, a provocar que se suspenda un partido de la Liga de Fútbol Profesional: el que se debía disputar este domingo entre el Eibar y la Real Sociedad. Y es que el humo con altos niveles contaminantes no solo afecta a Zaldibar, sino también a localidades cercanas como Eibar o Ermua.
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Este lunes, la Ertzaintza identificaba a nueve personas que, ataviadas con buzos blancos, se encadenaron y cortaron una carretera de acceso a Ermua en señal de protesta, con pancartas que denunciaban que “la precariedad mata” y exigiendo aclarar lo ocurrido en la escombrera.
La empresa propietaria del vertedero siniestrado, Verter Recycling 2002, ha confiado en que una investigación en profundidad aclare lo que pasó. Apuntan que el Gobierno Vasco conocía el cambio sobre su proyecto inicial para construir el vertedero en el barrio Eitzaga de Zaldibar, y que contaba por tanto con la autorización ambiental pertinente.
Entre tanto, la tensión crece, y aunque el mensaje que se lanza es tranquilizador, asegurando que harían falta muchos años respirando ese humo para que sea nocivo, la gente tiene miedo a lo que está respirando e incluso también a la contaminación del agua. No en vano, del mismo modo en que en las farmacias se agotan las existencias de mascarillas, también se están agotando las de agua embotellada.
¿Qué toxinas expulsa el incendio del vertedero de Zaldibar?
Los furanos y las dioxinas son unos compuestos químicos que se generan de manera no deseada en los procesos de incineración y combustión. Se producen al quemarse plásticos con otros elementos que contienen cloro. Lo normal es que los niveles en el aire se sitúen entre 10 y 50, pero los últimos análisis en Zaldibar han dado entre cuarenta y cincuenta veces más.
¿Cómo nos afectan los furanos y dioxinas a la salud?
Son compuestos muy tóxicos que, –a largo plazo–, pueden llegar a producir cáncer. Además, son muy estables, y una vez nuestro organismo los incorpora quedan acumulados en nuestros tejidos y no se metabolizan; es decir, lo vamos acumulando a lo largo de nuestra vida.
No obstante no es un efecto rápido. Si estamos expuestos a dioxinas no notaremos un síntoma inmediato, pero a la larga nos puede conllevar a diferentes tipos de cáncer.
“Las dioxinas tienen elevada toxicidad y pueden provocar problemas de reproducción y desarrollo, afectar el sistema inmunitario, interferir con hormonas y, de ese modo, causar cáncer”, recoge, literalmente, la Organización Mundial de la Salud, que advierte de la necesidad a nivel mundial de trabajar por reducir los actuales niveles de exposición a las dioxinas.
¿Qué sucede en el incendio del vertedero?
Normalmente las dioxinas y furanos están en todos los residuos sólidos urbanos, pero si se incineran de manera controlada los niveles que se emiten a la atmósfera no superan los valores considerados como normales y se mantienen suficientemente bajos.
Sin embargo, el problema en el vertedero de Zaldibar es que la combustión es incontrolada debido al fuego desatado tras el derrumbe, disparando así los niveles de dioxinas y furanos y obligando a activar la alerta sanitaria por la calidad del aire.
¿Qué medidas de prevención hay que tomar?
Ante esta situación, todos los esfuerzos se centran en frenar lo antes posible el incendio en el vertedero con el objetivo de frenar lo más rápido posible la exposición a las partículas.
Entre tanto, el llamamiento a los ciudadanos es que extremen las medidas de precaución y prevención, como no hacer deporte al aire libre, no abrir las ventanas y no ventilar las casas.
Siguiendo los consejos del departamento de Salud, los escolares de los colegios de Zaldibar y de los municipios cercanos de Ermua y Eibar están evitando salir al patio.
Los niveles de contaminación por dioxinas y furanos son hasta 50 veces superiores de lo que deberían ser, lo que significa que estamos 50 veces más expuestos de lo normal. Dichos niveles se van difuminando a medida que nos alejamos del foco, –el vertedero en Zaldibar–, pero depende del viento y de las corrientes.
Un mensaje tranquilizador
Pese a todo, el mensaje que se quiere enviar es tranquilizador. Iñaki Berraondo, viceconsejero de Salud, asegura que no hace falta usar mascarillas y no se ha detectado “nada raro” en los centros sanitarios ni un repunte de casos por problemas respiratorios en la zona.
Trabajos en el derrumbe de la AP-8 para encontrar a los dos desaparecidos
Paralelamente a los trabajos por controlar y extinguir el fuego en el vertedero, continúa el trabajo para intentar localizar a los trabajadores sepultados tras el derrumbe que obligó a cortar la AP-8.
Aquí, el Departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial de la Diputación Foral de Vizcaya está implementando nuevas medidas para mejorar la seguridad de la autopista y la zona afectada tras el suceso, acontecido el pasado 6 de febrero.
Según ha informado la institución en un comunicado, "desde el primer momento estas medidas han estado coordinadas con el Gobierno Vasco y supeditadas al objetivo prioritario de localizar y recuperar a las dos personas desaparecidas".
Con este propósito, la Diputación ha trabajado "en conocer a fondo las características geotécnicas del vertedero, en estudiar y adoptar medidas para contener la masa de materiales que se deslizó por la vaguada que desemboca en la autopista, y en tomar medidas para mantener la autopista abierta al tráfico con seguridad para las personas usuarias".
Geólogos e ingenieros del Departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial mantienen monitorizada la masa de residuos deslizada desde la mañana del viernes 7 de febrero. De la información obtenida concluyen que, "desde entonces, no se han producido desplazamientos significativos, si bien la masa de residuos deslizada de vertedero es inestable", por lo que esa inestabilidad "podría manifestarse en forma de nuevos deslizamientos si cambian las condiciones del entorno, principalmente por la lluvia".
Ante esa posibilidad, además de implementar distintas medidas de seguridad, desde la reapertura de la autopista al tráfico, en la madrugada del 7 de febrero, el Departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial mantiene activo un protocolo de cierre de la autopista y de la variante de Ermua, elaborado y coordinado con la Dirección de Tráfico del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco y con la Diputación Foral de Gipuzkoa.
En paralelo, se sigue avanzando en la apertura de accesos hacia la zona de búsqueda preferente de los dos operarios desaparecidos, y el miércoles comparecerán ante los medios técnicos de emergencias y de Seguridad responsables del operativo.
Así mismo, al mismo tiempo, la comisión técnica trabaja para elaborar un plan de reubicación de los residuos desde la premisa de removerlos "lo menos posible".