Un cráneo en una caja. La noticia ha dado la vuelta al mundo y ha ocurrido en Castro Urdiales, en Cantabria. Carmen Merino, de 61 años se ha convertido en la protagonista de las portadas de media España. No en vano dejó a su vecina un 'regalo' difícil de explicar. Bajo una mentira, la primera de muchas en esta historia sometida a secreto de sumario, engañó a su vecina al decirle que en la caja había juguetes eróticos de su pareja, Jesús María Baranda, de 67 años y empleado de banca. Un tipo responsable que se había sacado sus oposiciones, se había casado y tenido dos hijos. Luego se separó y Carmen apareció en su vida. Todo se torció cuando sus amigos empezaron a notar sus ausencias a sus quedadas. Carmen decía que estaba de viaje en un primer momento, pero Jesús seguía sin aparecer.
Carmen sabía que la Guardia Civil iba a ir a su casa. A finales de marzo un hermano de Jesús María decidió comunicar la desaparición su desaparición a la Guardia Civil. Así que Carmen, consciente de que más pronto que tarda la Guardía Civil entraría en su casa y localizaría la cabeza le dijo a su vecina que la Guardia Civil iría a su casa durante la investigación y ella no quería que se llevara una mala impresión con esas cochinadas. Así que la vecina cogió la caja y la guardó. Es solo una de las presuntas mentiras de una mujer con un carácter especial y que ya, según refleja 20 minutos, tenía antecedentes por dos estafas cometidas en los últimos años.
Las declaraciones ante las autoridades de Carmen, muy tranquila pese a su ausencia, ya no hablaban de viaje sino que José María la había dejado y se había llevado el dinero. Pero como relata ABC el hecho de que no se llevara coche y que los investigadores no encontraran movimientos de cuentas extraños provocó recelos. De hecho los únicos movimientos pertenecían a Carmen que había sacado alguna cantidad de la cuenta.
Todo parece indicar que Carmen actuó por dinero y que se vio acorralada cuando decidió ceder la cabeza a la vecina, después de cocerla y envolverla. Esta, después de un tiempo y percibiendo un olor extraño en la caja desenvolvió el papel de regalo y se encontró con la mayor sorpresa de su vida., Un cráneo ya sin tejido que todo hace indicar que corresponde a José María, aunque criminalística debe confirmarlo.
La respuesta de Carmen ante su vecina desesperada y en shock fue de serie policíaca. "Alguien me la dejó en la puerta de casa; la guardé porque era el único recuerdo que tenía de él". Jesús María se había separado de su mujer y vivía con Carmen. "Era una persona excepcional, muy amable y afable con todo el mundo", según relatan sus vecinos, alguno de los cuales también relata que había escuchado algunos gritos y peleas entre la pareja. No tienen tan buenas palabras para ella a la que califican de "rara y de gruñona". En el pueblo nadie da crédito a lo ocurrido. Muchas son las preguntas sin respuesta en este truculento suceso. La primera de ellas es ¿dónde está el resto del cuerpo? Carmen ha sido enviada a prisión sin fianza por el juez instructor del caso. Será ella la que tendrá que explicar lo sucedido porque en la caja lo que no había eran juguetes sexuales.