El texto, que incluye "diez mandamientos" de "amor contra el maltrato", se ha elaborado durante el I Encuentro Internacional de la Red de Mujeres de la Fundación Ana Bella, celebrado desde el 12 de febrero hasta este jueves en Madrid en colaboración con Facebook.
La Fundación Ana Bella ayuda a mujeres maltratadas que se convierten en supervivientes y en agentes del cambio que ofrecen su ayuda a otras que sufren este tipo de violencia. Ha tejido una red mundial con cerca de 20.000 de mujeres con el objetivo de que las víctimas reciban el apoyo para comenzar una nueva vida. El objetivo del decálogo de consejos es contribuir a que la sociedad actúe como agente de cambio contra la violencia de género y sepa cómo ayudar a las víctimas.
"Pregúntale cómo está, escúchala sin juzgar"
Es la primera clave. No hay que preguntarse por qué una mujer sufre lo que sufre sino que hay que escuchar su realidad.
"Hazle sentir que no está sola, que tiene una amiga o un amigo con quien puede contar"
La soledad es uno de los grandes dramas de las mujeres que sufren maltrato. Como dice la web de la fundación, hay que ser muy valiente para Romper el Silencio cuando estás siendo maltratada, sólo el 14% de las mujeres europeas lo hace. Y aún así la sociedad sigue viendo a las mujeres maltratadas como débiles que se dejan maltratar, debiendo demostrar su condición de víctima para recibir cualquier ayuda, lo que causa una doble victimización que está llevando a las mujeres supervivientes a la exclusión social. Hay que poner en valor las cualidades que nos han hecho resistir y superar la violencia para recuperar su vida como mujeres empoderadas y felices que contribuyen a la sociedad como agentes de cambio”.
"Créela aunque lo que te cuente suene a ciencia ficción"
Es vital creer. Si la persona maltratado ve un atisbo de duda o una justificación a lo que le ocurre la persona que está junto a ella no debe contribuir a ello.
"No le digas lo que tiene que hacer, pregúntale ¿Cómo te puedo ayudar?"
Es la frase clave. Muchas mujeres maltratadas sienten vergüenza de su realidad y se ven incapaces de confiar su realidad a nadie. Ni siquiera a sus más íntimos. El apoyo moral es básico para salir de la espiral de violencia.
"Explícale con mucha paciencia por qué cree que está viviendo en una relación tóxica.
En ocasiones es la persona que está al lado de la mujer maltratada la que ve con toda claridad que lo que ella cree amor y perdón es una relación tóxica que está haciendo daño. Con delicadeza y sin sentar cátedra hay que intentar exponer las ideas. Con paciencia.
"Empatiza, ponte en su lugar, involúcrate sin decidir por ella"
La labor de ser el hombro para poder desahogarse puede ser vital en muchos casos.
"Respeta su ritmo, su tiempo para decidir, aunque necesite varios intentos antes de dejar la relación definitivamente"
No hay que forzar ni obligar nunca a tomar una decisión por clara que se vea. La decisión tiene que ser de la persona que sufre el drama.
"Comparte tu historia de superación para que utilice para que utilice tu ejemplo en positivo"
Pasar por el rubicón del maltrato es una realidad que puede ayudar a otras.
"Acompáñala a buscar ayuda profesional y a acercarse a los recursos disponibles"
Al final es vital recurrir a ayuda profesional. De este tipo de realidad no se sale en soledad.
"Recuérdale lo mucho que vale, lo valiente que ha sido por romper el silencio y agradécele que haya confiado en ti"
La autoestima es lo primero que pierde una persona maltratada que se siente culpable o responsable de lo que ocurre lo que hunde su autoestima.
Al encuentro internacional han asistido mujeres supervivientes de España, Rumanía, Guatemala, Canadá, USA, Ecuador, Cuba, Bolivia, Perú, México, Argentina y Colombia. La propia Ana Bella, impulsora de la fundación, ha relatado su historia de superación para reivindicar la difusión de los testimonios "en positivo" de superación. "Yo simplemente soy una mujer superviviente que me atreví a soñar", ha declarado.
"En el mundo hay millones de hombres maravillosos con los que empezar relaciones sanas y ser muy felices", ha proclamado al inicio de su intervención. Pero ha recordado que en España "uno de cada diez hombres" maltratan a su pareja. Uno de ellos fue su marido, quien durante once años la maltrató. "Me decía que me pegaba porque me quería, que si no me quisiera me habría dejado hace tiempo", ha explicado. Pero una noche, según ha contado, se "armó de valor", cogió a sus cuatros hijos y se fue a denunciar.
Se encontraba "sin dinero, sin casa y sin trabajo". "Lo único que tenía era un documento al salir de la casa de acogida que certificaba que era una víctima de violencia de género", ha apuntado, precisando que con esa acreditación podía reclamar la renta activa de inserción, que en el año 2002 ascendía a 320, y actualmente a 426 euros.
"300 euros y cuatro hijos, me vine abajo", ha recalcado. Fue entonces cuando cogió la "fuerza" para "reinventarse" y alcanzar el "éxito". "Todas y todos nos merecemos ser felices desde el momento en que nacemos. No fui nunca a pedir la renta de inserción porque yo sabía que estaba capacitada para ganar más de 300 euros, y empecé a ser feliz porque me atreví a romper el silencio", ha incidido.
Frente a casos como el suyo, Ana Bella ha apuntado que en Europa hay 62 millones de mujeres maltratadas y solo "el 14% pide ayuda". "Son invisibles", ha lamentado, para después afirmar que muchas mujeres "sufren un terror silencioso" pero "no se sienten reconocidas" en mujeres que ocultan su rostro para denunciar o que terminan siendo asesinadas.
Por eso, según ha aseverado, ése fue el motivo por el que hace años decidió acudir a Canal Sur para contar su historia en positivo, un hecho impulsó la creación de la Fundación y todas las acciones que desde ella se promueven. Desde la Fundación Ana Bella se ofrecen recursos, soluciones y ayuda emocional a las víctimas de violencia de género para que recuperen su vida no como víctimas dependientes de un subsidio sino como mujeres victoriosas y felices, según sostiene la organización.
El modelo se está extendiendo a otros países, como México. De hecho, otra de las supervivientes de la Red, Ana Téllez, mexicana de 36 años, ha precisado que allí "las cifras de feminicidios son muy altas" y, a pesar de que hay leyes para "proteger" a las mujeres "no se llevan a cabo".
Según ha relatado, ella se "autoliberó" del maltrato de su agresor hace más de dos años. "Salí de la relación y quería ayudar. Hay que decir a las mujeres que no se queden calladas, que no están solas, que son valientes, que tienen que salir y que el agresor no tiene derecho a pisotearlas".
También Macarena, de 49 años y procedente de Sevilla, ha contado su historia de superación tras 23 años sufriendo violencia de género. "La primera agresión física que sufrí fue el día antes de mi boda por comprar la puerta de un mueble de la cocina de un color que no le gustaba", ha dicho.
Pero le perdonó, porque "te enseñan a perdonar y a dar segundas oportunidades", y se casó con él. "Fue el mayor error de mi vida, aunque he aprendido mucho", ha relatado Macarena, quien tuvo hijos con su exmarido y precisamente ese fue el motivo por el que tardó tanto en denunciar su situación. "Me mantuvo con él el instinto de protección a mis hijos", ha afirmado, para después recalcar que, si en 23 años de maltrato no pudo con ella, "nadie" podrá.