A falta de celebrar una lluvia de millones o de consolarnos con la pedrea, la mayoría de los españoles nos conformamos con festejar que es el día español de la salud. Y si resulta difícil que nos toque el gordo, una posibilidad entre 100.000, también que recuperemos algo del dinero invertido. El 86 por ciento de los décimos que compramos en navidad no tienen premio, pero pocos pierden la ilusión. Si tampoco le sonríe la salud, se puede buscar refugio en el refranero: desgraciado en el juego, afortunado en amores.