El día 15 de agosto se celebra el Día de la Relajación. A orillas del Miño, en Laias (Orense), las aguas de 10 000 años de antigüedad se sumergen en un viaje terapéutico, un baño de bienestar para afrontar con energía positiva el futuro. Con la pandemia, este tipo de turismo ha crecido el doble respecto al general.
"Estos meses que han sido para todos un poquillos duros, pues tener unos días para dedicarnos a nosotros y a nuestro bienestar", comenta una mujer que disfruta del baño. "Esto ha sido un soplo de aire fresco enorme", dice otro.
Ofrecen hidromasaje, ducha circular y tratamientos variados. "El masaje lleva un aceite de sésamo", explica una de las trabajadoras. "Es como si te fueran moldeando", comenta un cliente.
Paz Torralba, directora de The Beauty Concept, señala que el fin es "recuperar piel, eliminar células muertas, alcanzar un bienestar completo".
Este turismo de salud y bienestar es otra forma de entender las vacaciones que cuenta cada vez con más adeptos. "En el mes de agosto estamos teniendo pìcos del 80 por ciento de ocupación", apunta Alberto Canal, portavoz del Hotel Laias Caldaria de Orense.
Se trata de una apuesta también de los hoteles urbanos para equilibrar cuerpo y mente de un cliente que ya no es sólo turista, porque aumenta el porcentaje de público local. En este sentido, indica Francisco García de Oro, director general del Hotel VP Plaza de España, "hemos pasado a tener un altísimo porcentaje de cliente local que viene a pasar la mañana o a pasar la tarde en el spa. Incluso, estestamos combinándolo con estancia en el hotel y cena en nuestro restaurante".