Es nuestro hogar, el suelo que nos acoge y nos ofrece los recursos que necesitamos para vivir. Es la Tierra y hoy es su día. El Día Mundial de la Tierra es una jornada para valorarla y recapacitar sobre cómo la estamos tratando. Con ese objetivo, el presidente de EEUU, Joe Biden, ha convocado la cumbre mundial del clima a la que asisten, telemáticamente, líderes de 40 países, entre ellos, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Si supiéramos lo que hay oculto en nuestras playas nos sorprenderíamos. Un grupo de voluntarios intenta mostrárnoslo. Va a la caza de microplásticos. Toman una muestra de la arena de una playa y lo que encuentran son residuos de todo tipo. “Hay poliestierno, bolitas de gomaespuma y trozos de plástico duro”, señala uno de loa voluntarios.
Son restos minúsculos, casi imperceptibles al ojo humano y por eso no los vemos cuando disfrutamos de las playas. Pero estos restos, que hemos puesto ahí nosotros, el ser humano, los estamos respirando, a veces, dicen los expertos están en nuestra comida. “Todos tendremos microplásticos en nuestro cuerpo, señala el voluntario.
Toda esta basura es una gran amenaza para la Tierra. Hoy es su gran día, el Día de la Tierra, pero hay poco que celebrar. Cada año pierde unos 10 millones de hectáreas de bosque. Esto supone una destrucción de hábitats, una pérdida de la biodiversidad y que cada vez haya más especies en peligro.
Todos son síntomas de un planeta enfermo –que ha enfermado el hombre- y que pide ayuda. La pandemia de covid paró el mundo en 2020 y nuestra casa, nuestro planeta, respiró durante algunos meses.
Con la vuelta a la normalidad, o al menos al trabajo, hemos vuelto a los niveles de contaminación de siempre, muy preocupantes.
Para atajarlos y tras años de inacción de la administración Trump, Estados Unidos vuelve a la lucha. El presidente Joe Biden lidera hoy una Cumbre Climática con líderes de 40 países. Entre ellos está el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Sobre la mesa un claro objetivo: reducir a la mitad las emisiones para 2030. Una promesa difícil de cumplir si no nos implicamos todos.