Una potente cámara capaz de captar una matrícula a 120 metros de altura. Sensores infrarrojos, 4 hélices. Dos funcionarios de la DGT y en menos de 10 minutos el dron está en el aire. Fuera de la carretera pero con una visión privilegiada del tráfico. No está previsto que sancionen, no tienen tecnología para medir los excesos de velocidad y la autonomía es por ahora escasa, 20 minutos por vuelo. Aunque las imágenes que captan si tienen validez legal. Los que si multan al 100 por cien son estos radares portátiles. Miden apenas 30 centímetros, se colocan casi en cualquier sitio en tiempo record. Así son las novedades tecnológicas el puente de mayo.