La DGT confirma que el accidente de Reyes fue por culpa de la velocidad
Pere Navarro recuerda que en lo que va de año han muerto 400 personas en la carretera
El director general de Tráfico en funciones, Pere Navarro, ha confirmado que en el accidente de tráfico en el que perdió la vida este sábado el futbolista José Antonio Reyes, está implicada la velocidad, está implicada la velocidad, aunque no ha especificado a qué velocidad iba en el momento del siniestro.
"Detrás, es verdad, claro que está la velocidad", ha asegurado Navarro a los medios sobre el accidente en el que murió el jugador de fútbol y un familiar, antes de participar en la presentación del libro 'La movilidad al trabajo: un reto pendiente', en Madrid.
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Si bien, no ha especificado a qué velocidad iba el vehículo que conducía el deportista, ya que "se está acabando de hacer la investigación para tener todos los detalles", para conocer las causas de la salida de la vía, las vueltas que dio el coche o el incendio que se produjo después. Las primeras hipótesis han planteado estos días que el jugador circulaba a 237 km/h, información que no ha sido confirmada aún oficialmente.
Según ha añadido, la investigación no es "complicada", (los investigadores consideran que ben este caso el estado del coche no ayuda en exceso), pero ha defendido que aún no se sepa más sobre el caso, ya que es mejor, a su juicio, asegurarse de lo que pasó: "Mejor hacerlo bien que hacerlo rápido". Navarro ha reconocido que Reyes es "un gran deportista" y su muerte en un siniestro de tráfico es un "caso visible", pero ha recordado que, en lo que va de año, han perdido la vida en la carretera más de 400 personas.
Navarro considera que, en seguridad vial, "lo que mata es la velocidad". De hecho, durante su gestión a la DGT con el Gobierno de Sánchez, se aprobó la bajada de velocidad en carreteras convencionales a 90 km/h. Y ha recordado que ir a más de 200 km/h en autovía en España es un delito. En este sentido, ha defendido la importancia de los Sistemas de Asistencia a la Conducción, los denominados ADAS, que limitan la velocidad en función de las características del tramo en los coches en los que está implantado y cuyo debate está "abierto" actualmente en la UE.