La detonación del proyectil explosivo hallado por la Guardia Civil en la playa Sant Sebastià de Barcelona ha finalizado a las 15.35 horas del lunes en alta mar, a una milla de la costa y a unos 45 metros de profundidad.
El artefacto explosivo se trasladó a una milla de la costa con globos de elevación sumergidos, por lo que no se había sacado del agua y los artificieros de la Armada se han desplazado hasta allí para detonarlo.
La bomba, de 1936 y que se encontró sin detonar, contenía 70 kilos de trilita y era altamente volátil, por lo que el Ayuntamiento de Barcelona había ampliado el perímetro acordonado para incluir la playa de Sant Sebastià y la explanada de la plaza del Mar antes de que se procediera a su detonación.
El explosivo fue encontrado el domingo, 25 de agosto por el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (Geas) de la Guardia Civil a 3 metros de profundidad y 25 metros de la playa de Sant Sebastià de Barcelona.
Inmediatamente se dio aviso a la Guardia Urbana para desalojar la playa. Primero lo hicieron en un perímetro reducido, después se amplió hasta una zona de control de 250 metros y finalmente cerraron la playa, poniendo bandera roja.
Posteriormente, se avisó al centro de la Armada en Cartagena que es la autoridad competente para desactivarlo y que se ha encargado de ello.