Una joven española de 21 años, cuya identidad no ha trascendido, ha sido detenida por la Policía Nacional acusada de denunciar en falso a un octogenario, propietario de la vivienda que había okupado de manera ilegal, de allanamiento de morada, acoso sexual y exhibicionismo.
La acusada, que reside en el piso que okupó con su hijo y su cuñada, de 31 años, denunció que el propietario accedió al domicilio, en una planta baja, a través de una de las ventanas cuando estaban durmiendo la siesta y mostró sus partes íntimas, llegándole a proponer relaciones sexuales a cambio de la propiedad del piso.
La cuñada de la detenida actuó como testigo en la denuncia y señaló que vio al anciano desnudo en el interior de la vivienda y que huyó por la ventana al verlas entrar al dormitorio. Sin embargo, los agentes determinaron que el anciano, al que acusaban las okupas, tenía serios problemas de movilidad a causa de una lesión lumbar, lo que le imposibilitaba acceder a través de la ventana.
El octogenario, que reside en otra provincia, acudió al día siguiente de los hechos a Granada para asistir a un juicio por usurpación de su inmueble, que tenía por parte de la otra moradora ilegal, la cuñada de la denunciante. Las falsas denuncias distraen a los agentes de su cometido, en detrimento de la resolución de otros casos reales. Ante estos sucesos, y por este motivo, la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Oriental reclama a los detenidos -o investigados- acarrear con los gastos de las investigaciones, que normalmente oscilan entre los 200 y 1 000 euros, además de los gastos del procedimiento judicial.