Según ha informado la Benemérita en un comunicado, la investigación se inició tras la denuncia de un padre que, tras observar un comportamiento extraño en su hija, reviso el móvil de la niña y descubrió que estaba siendo amenazada. Los mensajes se enviaban mediante una conocida red social de fotografías.
Estas personas supuestamente amenazaban con publicar una serie de fotografías de menores desnudas entre los contactos de la menor en esa red social, diciendo que era ella. A cambio de no hacerlo le solicitaban imágenes y vídeos de ella, desnuda, y en posiciones eróticas. La menor, atemorizada, había accedido a enviar varias fotografías.
Al conocer estos mensajes, el padre acudió a la Guardia Civil para denunciar los hechos, y agentes especializados en este tipo de delitos a investigar los hechos.
Tras diversas pesquisas, los agentes encontraron a otras dos niñas, que habían sufrido episodios similares en la red social. Una de ellas había accedido también a enviar fotografías íntimas, aunque la tercera no. Las niñas tenían edades comprendidas entre los 10 y los 12 años, y todas fueron exploradas por personal especializado, en presencia de sus padres, para determinar los infortunados hechos.
Los investigadores localizaron la ubicación exacta, desde la cual se habían realizado las conexiones a internet y decidieron vigilar el domicilio para identificar a todas las personas que podían estar relacionadas con lo que estaba sucediendo.
Con la autorización del juzgado, agentes de la Guardia Civil procedieron a entrar en el domicilio, en el que se encontraban tres personas, dos jóvenes de 24 años, y la madre de éstos, de 60, siendo detenidos y llevados a dependencias oficiales, no sin antes incautar todo el material informático que había en la vivienda: dos ordenadores, tres teléfonos móviles y una tablet.
Tras la primera declaración, los agentes decidieron poner en libertad sin cargos a la madre, al no tener más participación en lo sucedido que ser la titular de las líneas de teléfono e internet, que usaban sus hijos para cometer los delitos.
Los dos detenidos han sido puestos a disposición del Juzgado número tres de esta localidad de la Vega Baja, que ha decretado ingreso en prisión. La operación sigue abierta, a la espera del análisis de los ordenadores y teléfonos incautados, no descartándose que hubiera más menores afectadas.