Varios centenares de personas han recorrido Baiona con hasta 125 retratos de Macron boca abajo, para recordarle al presidente que la soberanía reside en el pueblo. Entre los manifestantes también había ciudadanos que había estado en la protesta de ayer.
La policía tomo la ciudad con el objetivo era impedir la protesta, que había sido convocada por los chalecos amarillos y que no estaba autorizada. Las autoridades llegaron a requisar incluso a la prensa las máscaras anti gas, y cercaron a los manifestantes al otro lado del río, lejos del cerco de poder de Biarritz.
Según avanzó la tarde, los incidentes se sucedieron, dejando 68 detenidos: 38 han pasado la noche en comisaria, entre ellos, Joseba Álvarez, el dirigente de la izquierda abertzale, que al parecer no podía estar en territorio francés durante la cumbre del G7. Finalmente ha sido puesto en libertad este mediodía en el puesto fronterizo de Biriatou