Detenidos cuatro grafiteros que irrumpieron en un tren de Madrid al grito de "atentado"
Con capuchas y embozados suben al último vagón de cercanías. Son cuatro grafiteros que, una vez dentro, sacan sus armas: sprays y disolventes con los que generan un olor suficientemente fuerte como para asustar a la gente. Activan el freno de emergencia del tren y arranca el pánico al gritar que se trata de un atentado. Los pasajeros huyen por las vías. Ahí está el peligro de este acto vandálico porque el resto de trenes siguen circulando y podrían arrollar a alguien. La policía ha logrado detener a estos cuatro jóvenes. Veinteañeros de Madrid a los que se les imputan 26 delitos de daños valorados en casi 170.000 euros y 13 delitos de desórdenes públicos. Los agentes lograron dar con ellos gracias a sus grafitis. Firma delictiva con la que ellos mismos se delataron.