La ciudad de Vitoria vivió el sábado un nuevo caso de violencia de género. Una mujer salió a la calle, ensangrentada después de que su pareja sentimental le hubiera dado dos puñaladas, una en la cabeza y otra en la mano. Las heridas no presentaban gran gravedad y fue ella misma la que realizó una llamada de auxilio al 092. Además, el agresor, que está detenido, se encontraba en su casa atrincherado y reteniendo con él a su hijo de unos dos años de edad.
Los hechos ocurrieron sobre las 18.40 horas de la tarde cuando la calle no tardó en llenarse de coches patrulla de la Policía Local, Ertzaintza, bomberos y hasta una ambulancia. Los servicios sanitarios en ningún momento temieron por la vida de la mujer pero esta se encontraba "en estado de shock" por la virulencia del ataque sufrido y por la retención de su hijo, informa El Correo.
Las autoridades organizaron un gran dispositivo para rescatar al niño, el atrincherado de origen latinoamericano se negaba a abrir la puerta y dejar salir al menor. La alerta subió de categoría y se convocó al PRI (Patrulla de Respuesta Inmediata) una unidad de la Ertzaintza especializada en esta clase de asuntos y un negociador que finalmente no hizo falta.
Ante el temor por el bienestar del niño, esto agentes decidieron echar la puerta abajo ya que habían obtenido el silencio por respuesta a sus llamadas. No encontraron resistencia y el menor fue rescatado, cogieron el cuchillo con el que había apuñalado a su pareja y lo detuvieron.
Entre abucheos y gritos de varios de los presentes que allí se habían concentrado, agentes municipales lo metieron en un coche patrulla y lo trasladaron a la comisaría. Tras pasar la noche en el calabozo, este domingo será presentado a la autoridad judicial.