Detienen en Madrid a un hacker de 17 años por comprar en una tienda online sin pagar
El joven y dos amigos, también menores han sido acusados de un delito de estafa
Un conocido hacker de 17 años y dos amigos, también menores de edad, han sido detenidos en Madrid por estafar a una empresa de informática a la que 'compraban' sus productos online sin pagarlos. Los jóvenes, que habrían un delito de estafa informática, han obtenido un beneficio económico de 1.670 euros, según la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.
El 'modus operandi' utilizado por los presuntos autores de los hechos consistía en acceder al sistema de gestión de la empresa afectada, modificaban el estado de los pedidos añadiéndolos a la cesta de la compra virtual, pasando de estar 'pendiente de pago' a 'pagado', sin abonar los costes.
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La investigación del grupo especializado en delitos tecnológicos de la Brigada Local de Policía Judicial de Leganés ha comenzado sus pesquisas después de la denuncia del gerente de la empresa afectada, al detectar una intrusión en su sistema informático en la que se estaban adquiriendo productos, sin pagar.
Como quiera que el pedido fraudulento aún no había sido cancelado ni entregado, los agentes organizaron un dispositivo para llevar a cabo la "entrega controlada" del mismo que permitiera localizar e identificar a los ciberdelincuentes.
En el operativo participaron un total 10 agentes y culminó con el arresto de los tres menores edad, que ya han pasado a disposición de Fiscalía de Menores de Leganés.
Un conocido ciberdelincuente con antecedentes
Entre los detenidos se encuentra un conocido ciberdelincuente de 17 años, que ya fue arrestado en abril por quebrantar la seguridad de numerosas entidades públicas y privadas, nacionales e internacionales, a los que accedía sin autorización para luego reivindicar "los ciberdelitos valiéndose de redes sociales".
Esta investigación comenzó a finales de 2019 cuando una destacada plataforma internacional de distribución de contenidos audiovisuales de vídeo bajo demanda alertó de que en tan solo tres días se habían creado cerca de 141.000 cuentas fraudulentas para acceder al servicio televisivo durante 14 días.
Para crear estos perfiles aportaron numeraciones de tarjetas bancarias de origen fraudulento que provocaron un perjuicio económico en la empresa de unos 450.000 euros. Las gestiones permitieron identificar dos perfiles de una red social cuyo propietario se atribuía la comisión de la ciberestafa, repartiendo entre sus seguidores los beneficios del acceso gratuito al servicio de vídeo en streaming.
Pocos días después la Policía recibió otra denuncia de una empresa de alquiler de bicicletas de Madrid por un ataque informático a sus sistemas que afectó sus servicios durante horas. El presunto ciberdelincuente dejó constancia de su autoría con un mensaje en las pantallas de los propios dispositivos de gestión de alquiler situados en la calle.
A este le siguieron nuevos ataques contra una consultoría española encargada de dar soporte informático a importantes empresas, gracias a que el investigado se valió de un sistema de auto-compra en una cadena de comida rápida para obtener datos de diferentes empresas.
Comprobaron que en plena vigencia del estado de alarma el hacker había publicado en uno de sus perfiles la imagen de una aplicación sanitaria destinada a la prescripción de pruebas y recetas. En ese nuevo ataque se vieron comprometidos datos personales de varias personas. En otros delitos se hizo con información de plataformas de gestión de educación de varias consejerías con datos de carácter personal de alumnos y profesores.
A pesar de que este pirata informático adoptaba meticulosas medidas de protección, los agentes lograron identificarle y ubicarle en un céntrico distrito madrileño, desde el que se jactaba de que iba a llevar a cabo nuevos e importantes ciberataques. El registro de la vivienda los agentes hallaron numerosas evidencias de los hechos investigados, destacando la existencia de herramientas de software para cometer ciberataques.