La Policía Nacional de Valencia ha detenido a un hombre de 57 años acusado de grabar a tres compañeros de trabajo sin su consentimiento, con una cámara y una tarjeta de memoria que escondió en un bolígrafo e introdujo en la rejilla de ventilación de un vestuario para que pasara inadvertida.
A finales del mes de marzo pasado, una trabajadora se percató que había un objeto extraño en la rejilla de ventilación del vestuario donde se cambiaba, y cuando se subió a una silla para quitarla, pensando que era una cuchara, descubrió que era un bolígrafo con una cámara.
Los investigadores examinaron las grabaciones de la cámara y comprobaron que el hombre había grabado durante ocho días a estos tres trabajadores mientras creían disfrutar de su esfera personal, según han informado este domingo fuentes policiales.
Asimismo, observaron a un hombre con el uniforme de la empresa que al parecer se grabó de forma accidental mientras colocaba la cámara dentro del orificio de ventilación, por lo acudieron al lugar de trabajo y tras identificarlo lo detuvieron como presunto autor de un delito contra la intimidad.