Intentando ocultar su rostro, bajo una tela azul, sale del domicilio junto a la Guardia Civil. Ricardo de 23 años ha sido detenido como presunto autor de la muerte de sus padres adoptivos y su abuelo materno. Todo ocurría de madrugada. En una primera declaración el joven ha dicho que escuchó a su abuelo pedir auxilio, que entró en la casa y se encontró a un hombre armado con un cuchillo, con el que tuvo un forcejeo. Así justifica la herida de arma blanca que tiene en la mano. Una versión que no cuadra con la de los investigadores ni con la escena del crímen y finalmente ha confesado los hechos. Tras el aviso del propio Ricardo a la policía, al llegar al lugar de los hechos, encuentran al matrimonio sin vida en la cama. La madre, profesora de un colegio, había sido degollada y el padre tenía numerosas heridas por todo el cuerpo. El abuelo, también sin vida, se encontraba en su dormitorio. El joven habría llegado a Tenerife a pasar unos días. Según algunos vecinos el padre les había dicho que estudiaba en Madrid. Otras fuentes apuntan a que también estaría recibiendo tratamiento por adicción a las drogas.