Gemma Nuttall (Reino Unido) ha fallecido a los 29 años a causa de cáncer. Los médicos detectaron el tumor en 2014, cuando ella estaba embarazada de 16 semanas, motivo que le llevó a rechazar el tratamiento médico para paliarlo.
La alternativa propuesta por los expertos, según informa la revista 'People', era renunciar al tratamiento o iniciar sesiones de quimioterapia a cambio de interrumpir el embarazo. Nuttal no se lo pensó dos veces.
A medida que avanzaban las semanas de gestación (36), también lo hacía la evolución del cáncer ovárico; por lo que los médicos propusieron hacer una doble intervención de una.
La intervención consistió en eliminar el tumor y practicar una cesárea para sacar a su bebé. "La mantuvieron despierta para que pudiera ver con sus propios ojos cómo su preciosa y pequeña hija, Penélope, llegaba al mundo", escribía la madre de la joven, Helen Sproates, en la plataforma GoFundMe.
Durante las primeras semanas de vida, Penélope se recuperaba mientras su madre recibía sesiones de quimio y radioterapia. Tras las pruebas realizadas, descubrieron que Nuttal también había desarrollado un cáncer cervical.
Con todo, los médicos pudieron extraerle el tumor y la joven madre se recuperó del cáncer hasta el mes de abril de 2016, cuando le diagnosticaron cáncer en el cerebro y el riñón.
Fue entonces cuando su familia emprendió una campaña a través de GoFundMe para recaudar dinero y poder costear un tratamiento. Pero a mediados de este año, los médicos volvían a tener malas noticias para Nuttel: el cáncer había progresado de nuevo.
Hace solo unos días, la madre de la joven Gemma anunció su muerte tras años de lucha.