Se anunciaba la gran fiesta del verano y los vecinos temían lo peor. Se quedaron insólitos al no verse interrumpidos sus sueños ‘’hoy estoy alucinando de que esté silenciosa la calle’’. Con la fiesta terminada y la discoteca ya cerrada la policía controla a la multitud :fue conduciendo a los jóvenes hasta la estación sin permitir in civismo.
Además, no solo denuncian el ruido sino también el consumo excesivo de ciertas sustancias que desde su opinión es necesario una vigilancia extrema.
Actos de vandalismo y ruido nocturno que mantienen en vilo y en vela a los vecinos de Blanes. Ocurre antes de entrar en la discoteca pero sobre todo al salir. Dicen que es peor desde que se adelantó la hora de cierre a las 4.45 porque desde esa hora hasta la salida del primer tren a las 6.30, hay demasiado tiempo y margen para que la muchachada se entretenga en el pueblo en lo que no debe.
Tener una noche tranquila no es suficiente para los blandenses ya que quieren una solución definitiva o por lo menos cuando abra de nuevo la discoteca se repita de nuevo la acción. Por ello, se han convocado de nuevo una manifestación.